Sereno, con la confianza de llegar al debate entre presidenciables, con ventaja en encuestas electorales y con recomendación de sus asesores de mantener esa cualidad, llegó el político de Tabasco al “Palacio de Minería”, para encarar al adversario; sin enojos por preguntas incómodas, críticas-alusiones a su estilo personal de hacer política.
El abanderado a la Presidencia de la República, de parte del Movimiento de Regeneración Nacional, ¡lo logró!: no cayó en trampas, ni en socavones políticos al que intentaron, buscaron llevarlo sus rivales, por más intentos que hicieron José Antonio Meade Kuribreña, Ricardo Anaya Cortés o Jaime Rodríguez Calderón.
¡Vamos, pues!, el señor Andrés Manuel López Obrador, no contestó la provocación, porque aunque estaba a punto de perder la calma, su temperamento sureño, lo guardó para mejor o peor ocasión. Esta vez, el dueño de Morena, no perdió los estribos y mantuvo postura que debía mantener en ocasión propicia. Anoche, el que vieron millones de ciudadanos, electores o televidentes, fue un candidato a la Presidencia, sereno, tranquilo, aunque a veces, sus muecas, denotaban que se molestaba por lo que escuchaba de sus pares o por lo que lo cuestionaban.
El primer debate que organizó el Instituto Nacional Electoral, pasó la primera prueba y como anotamos el viernes pasado en esta columna, lo que se vio y escuchó anoche entre los cinco aspirantes, fue lo mismo que vimos y escuchamos en el periodo de precampaña, intercampaña y en los 24 días que llevan de campaña oficial: lodazal, “guerra sucia” y descalificación.
“O sea, el primer debate que habrá éntrelos 5 suspirantes -así llamaba a quienes querían ser Presidente, el economista y politólogo, Daniel Cosío Villegas-, será repetición de lanzar más lodazal y guerra sucia, al que todos quieren tumbar como puntero en sondeos: Andrés Manuel López Obrador”, anotamos en este espacio, el viernes pasado.
Lo que anoche vimos y escuchamos de los 4 adversarios del ex jefe de gobierno capitalino, fue lo que se esperaba, “todos unidos contra Andrés Manuel”. En ese sentido, José Antonio Meade Kuribreña y Ricardo Anaya Cortés, como la señora Margarita Zavala, lo cuestionaron en un tema con el que más puyan al que lleve amplia ventaja en preferencia de electores para la Presidencia: el de “amnistía a delincuentes”.
-Quiénes, serían los candidatos de amnistía, cuestionó la moderadora a López Obrador.
-“Primero, aclarar que la amnistía, no significa impunidad, porque se ha manejado, desde luego, de manera mal intencionada, de que yo quiero sacar de la cárcel a todos los delincuentes que han cometido delitos criminales. Considero que hay que atender las causas que originaron el problema de la violencia, sobre todo, combatir la pobreza”, respondió el ex jefe de gobierno.
Anaya, lo desmintió, afirmó que sí propuso la amnistía, y Meade, replicó, al preguntar “cómo les vas a explicar a las familias que, con esos delincuentes, te vas a sentar”.
Provocaciones contra Andrés Manuel, se repitieron a lo largo de las dos horas del debate; él, soportó, aguanto, contuvo ansias de replicar a su estilo de hacer política. Sereno, seguro, replicó que al gobernar la ciudad de México, bajó el índice del secuestro, mientras a nivel nacional, creció tres veces, “a las pruebas, me remito”, resaltó y ofreció.
La amnistía, fue el tema con el que más intentaron puyar, hacer caer en la trampa a López Obrador, para que diera el tropezón que todos sus adversarios, esperaban. No sucedió, porque el candidato de Morena, conservó calma y prudencia. Tema con el que esperaron en vano sus adversarios, incurriera en error garrafal; no cayó en provocación.
Prefirió callar en réplicas o respuestas que, arriesgar en dos horas, lo que meses le costó: amplia ventaja de 3 a 1, en encuestas por la Presidencia de la República. ¿O no?
ANAYA, GANÓ EL DEBATE, PERO DIFÍCIL, QUE ALCANCE A AMLO EN LAS ENCUESTAS.
Es verdad, anoche, al terminar el debate, sus resultados, reflejaron que es proporcional a lo que muestran encuestas electorales: el candidato de Morena, Andrés Manuel López Obrador, conserva su ventaja; el del PAN-PRD-MC, se mantiene en segunda posición y el del PRI, José Antonio Meade Kuribreña, en tercera posición.
Con la diferencia que, el que ganó, fue el candidato frentista, Ricardo Anaya Cortes.
Contundente, con sustento, hizo acusaciones y cuestionamientos a sus adversarios del PRI y de Morena. No soltaba a López Obrador, con el tema de la amnistía a delincuentes y puso en aprietos al ex titular de Hacienda, cuando presentó imagen de Meade con ex gobernador de Chihuahua, César Duarte Jáquez, en una oficina, a punto de partir pastel.
-“La pregunta es: de qué tamaño es la rebanada que te tocó”, dijo Anaya a Meade.
O cuando sacó imagen de René Bejarano y de la senadora Dolores Padierna Luna, en campaña, con Andrés Manuel López Obrador, previo señalamiento del panista, de que engaña al ciudadano, al país, con su predicamento de combatir corrupción.
Puyante, Anaya, mostró imagen denigrante de René Bejarano, en flagrante corrupción.
A lo que el candidato ciudadano del PRI, contribuyó cuando acusó al dueño de Morena, de tener su partido familiar, en el que cobran sus hijos, parte de sus hermanos y cuestionarlo por el alquiler de avioneta, cuando López Obrador hizo gira en Sonora.
Más contundente Anaya Cortes, cuando sacó un libro del ex jefe de gobierno, donde menciona al empresario Alfonso Romo, su principal asesor, como parte de la corrupción en el rescate bancario que se conoce como Fobaproa, retórica de provocación, a la que, el señor López Obrador, ni se preocupó en replicar, pero se notó enojo en su semblante.
Como cuando el candidato-ciudadano del PRI, presagio al político de Tabasco:
-“Andrés, vas a volver a perder”. A lo que el abanderado de Morena, no quiso replicar.
-“No tiene sentido que me traigan en la punta de la lengua, por algo será. Siempre es Andrés Manuel y Andrés Manuel, me pueden llamar peje, pero no soy lagarto”, agregó.
Insistente, persistente, el ex presidente del PAN, retomó la referencia a Alfonso Romo, en el libro que escribió López Obrador sobre el Fobaproa, pero el candidato morenista, ni siquiera denotaba ganas de contestar la provocación.
Anaya, hay que decirlo, se llevó el debate, pero falta que se lleve el primer lugar en las encuestas electorales, tarea difícil de lograr en dos meses y 7 días que faltan para la elección presidencial. Casualmente, Jaime Rodríguez Calderón, lo remarcó a Amlo:
-“No te confíes de las encuestas. Las encuestas no son todavía hoy, la elección”.
Previamente, Andrés Manuel López Obrador, admitió esa posibilidad, de perder ventaja en las encuestas, cuando “El Bronco”, lo increpó por soberbia del ex jefe de gobierno, por ser puntero en preferencia ciudadana para la Presidencia de la República:
-“Sí, esta es la última encuesta, 48 por ciento (muestra una cartulina con esa gráfica) y yo creo que tiene que pasar algo terrible. Y vamos a ganar”.
Todos apostamos a que la elección por la Presidencia, llegue a buen término y “algo terrible” no suceda, como dijo Andrés Manuel López Obrador, para que lo “tumben” de la amplia ventaja que, hasta hoy, lleva sobre sus adversarios en la carrera presidencial.
Está claro que, por el momento, hay dos finalistas para ganar esa elección: Ricardo Anaya Cortés y Andrés Manuel López Obrador. En el primer debate que hicieron los 5 candidatos, el ganador fue el candidato del PAN-PRD-MC, ante su principal adversario, quien no se arriesgó a que lo “tumben” de esa ventaja que lleva.
Difícil, muy difícil, que el panista, de hoy al primero de julio próximo, desbanque el político de Tabasco, quien en el segundo debate del 20 de mayo siguiente, en Tijuana, Baja California, tendrá que encarar otro candente asunto en su contra: el de la construcción del Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México.
Para entonces, Anaya estará más cuereado y sabrá cómo rebasar a Amlo, ¿verdad?
EN EL CHACALEO.
“… todos están aquí contra mí, echándome montón, ¡miren!”, se quejó durante el debate el puntero en las encuestas electorales… “No es montón, Andrés, ¡es que dices cada barbaridad!”, replicó “El Bronco”… En materia de corrupción, José Antonio Meade Kuribreña, fue tajante, en caso de ganar la elección presidencial: ni estafas maestras, ni moches, ni ligas, ni escándalos, no tengo componendas con ninguna persona, pero evadió responder pregunta de qué se hizo mal en el gobierno del presidente Enrique Peña Nieto, cuando la corrupción pasó a ser el principal reclamo ciudadano… En el tema, López Obrador expuso que la corrupción, es flagelo por el cual se roban ¡500 mil! mdp al año del Presupuesto y que “no hay ninguna banda que robe tanto” y que a quienes presentan como los grandes delincuentes, “son niños de pecho en comparación con los políticos corruptos del país”. ¡Zas!… Le preguntaron a Peña, recordó, qué opinaba de la corrupción y dijo que es parte de la cultura “y no estoy de acuerdo con eso”. Re ¡Zas!… Anunció que ya ofreció el avión presidencial a Donald Trump, y “estoy esperando la respuesta”, porque no puede haber gobierno rico con pueblo pobre… En el tema de “Odebrecht”, Andrés Manuel López Obrador acusó que está implicado el Presidente y que los del consorcio brasileño, “hicieron negocios en el gobierno de Felipe Calderón y llevaron a cabo reunión en Los Pinos”… Cuando el señor Meade quiso adornarse que, por su intervención como secretario de Hacienda, están o estuvieron en la cárcel ex gobernadores de Veracruz, Sonora y Quintana Roo, Ricardo Anaya, de inmediato, protestó: “eso, no es cierto, eso fue porque les ganamos las elecciones. En Coahuila protegieron a los Moreira y alguno de ellos, (Rubén) lo hicieron plurinominal”… Ante ataques de Meade a Amlo, éste, reviró: “Meade, está en una situación bastante difícil, porque tiene todo el apoyo del gobierno, no ha levantado y está queriendo avanzar con calumnias”. El ciudadano-candidato al poder “se hizo bolas” con su carpeta. ¡Qué tal!… Amlo: “No es mi fuerte la venganza, que haya auténtico Estado de derecho y justicia”… twitter: @JuanLopezMiguel… www.los3poderes.com… juanlopez23@hotmail.com…