Si en conferencia de prensa que por la mañana, de lunes a viernes, ofrece el Ejecutivo Federal, insiste y persiste; canta y advierte que va a fondo el combate a corrupción en el país, con más razón, alza la voz el mandatario, como ayer, en Cuernavaca Morelos, con motivo de presidir ceremonia del centenario luctuoso del general Emiliano Zapata Salazar.
Ante miembros de su gabinete y colaboradores cercanos, el Presidente, de manera virtual, emplazó a adquirir compromiso de llevar a cabo la cuarta transformación en la vida pública de México, tener presente esos ideales y no traicionarlos ¡nunca!, ¡jamás!, y no dudó en llamar a los que ocupan cargos de primer nivel en su gobierno, a que actúen con el ejemplo de próceres nacionales como Hidalgo, Morelos, Juárez, Ocampo, Madero, Villa y el caudillo del sur, Emiliano Zapata, todos ellos, héroes del sexenio.
Con dedicatoria para quienes ocupan cargos de gobierno, Andrés Manuel López Obrador, dijo:
-“Ahí, está el plan de gobierno; ahí, está el camino a seguir. Lo demás, no sirve, es politiquería. No se puede ocupar un cargo sin perseguir un ideal de justicia, sin buscar una transformación; sólo los corruptos, los ambiciosos vulgares, buscan los cargos para sacar provecho en lo personal”.
Para que nadie se sienta aludido, en lo particular, el político de Tabasco, generalizó;
-“El servidor público tiene que atender las demandas de justicia y por eso nos da mucho gusto estar aquí; quisimos venir todas y todos los que formamos el gobierno de la República, para refrendar nuestro compromiso con la justicia”.
Cual candidato en campaña, el mandatario, recordó su frase, para los adversarios del PAN:
-“No le vamos a fallar al pueblo de México, se van a quedar con las ganas los conservadores. No somos iguales”. Luego, volvió a ofrecer compromiso de sexenio:
-“Y vamos a acabar con el principal problema de México: la corrupción. Se va a acabar la corrupción; se va a desterrar la corrupción del país y se va a acabar con la impunidad, me canso ganso”. Y por eso va a haber justicia, “como ya se inició, como ya ha comenzado a verse”.
En ese sentido, López Obrador anunció que lo que se conoció como “Procampo” y hoy se llama “Producción para el Bienestar”, en vez de entregarse a los grandes productores, ahora, esos apoyos, son para pequeños y medianos productores de cultivos básicos, como productores cañeros de Morelos y del país.
Con dedicatoria para los adversarios del PAN-PRI-PRD-MC, quienes lo censuran por su decisión de retirar apoyos para estancias infantiles, el ex jefe del gobierno capitalino, aclaró, criticó:
-“No desaparecen, lo aclaro, los apoyos para estancias infantiles, pero les va a llegar de manera directa a las madres de familia, porque hicimos un censo y cobraban por 300 mil niños y solo existían 200 mil. Y eso, ya no se puede seguir permitiendo”.
Inmerso en su retórica de política social, el Presidente, ponderó, advirtió:
-“No vamos a tolerar la corrupción, ni arriba ni abajo; se acaba el huachicol arriba y el huachicol abajo y se pone por delante la honestidad como forma de vida y como forma de gobierno”.
Está bien lo que postula el presidente Andrés Manuel López Obrador, sólo que no lo está, cuando en la cancillería mexicana, en San Lázaro, en la “sana cercanía” con Morena y con el Poder Ejecutivo Federal, están los que cometieron ilícitos en Línea Dorada del Metro; los que poco o nada hicieron para evitar tragedias como la discoteca “Lobohombo” o los que amarraban paquetes de dinero con ligas y meterlas a su saco.
O el “club de amigas” en que se convirtió el gobierno capitalino y oficinas e instalaciones del Metro, sólo por tener “sana cercanía”, con la amiga del amigo, como si trabajadores del gobierno de la ciudad de México, no tuvieron sentido común para saber quiénes ocupan algún cargo en el gobierno de Claudia Sheinbaum Pardo y el por qué.
¡Ojalá!, todos ellos, recuerden y tengan presente en su desempeño actual, tesis de su jefe máximo en la cuarta transformación del país: “sólo los corruptos, los ambiciosos vulgares, buscan los cargos para sacar provecho en lo personal”. ¿Así, o más claro? ¿Eh?
Porque hasta hoy, el único que retoma pensamiento lopezobradorista, es el ministro presidente de la Corte, Arturo Zaldívar Lelo de Larrea, quien al tomar posesión de su cargo, principios de este año, delineó su estilo personal que impondrá en el Poder Judicial: justicia, con sentido social, como establece el legado zapatista.
“SÍ HUBO CORRUPCIÓN EN EL NAICDMX: ENGAÑARON A LA GENTE”.
Por la mañana, antes de trasladarse a Cuernavaca, Morelos, desde Palacio Nacional, el Ejecutivo Federal, desmintió a otro funcionario de su gabinete, al titular de la SCT, Javier Jiménez Espriú, quien antier, al comparecer en el Senado -comisión de Comunicaciones y Transportes, que preside Higinio Martínez Miranda-, aseguró que no detectaron presuntos hechos de corrupción en construcción del Nuevo Aeropuerto Internacional de México.
Al hoy mandatario, en esa pregunta, le recordaron que, como candidato en campaña, fue una bandera electoral, al denunciar que en el proyecto, permeó corrupción; tiempos en que el político de Tabasco, puntualizó que si Carlos Slim, quiere hacer el aeropuerto en esa parte del territorio mexiquense, “que lo haga con su dinero”.
Ayer, por la mañana, sin dudar, tajante, Andrés Manuel López Obrador, respondió:
-“… sí hubo corrupción en la decisión de construir el aeropuerto de la ciudad de México, en el Lago de Texcoco”.
-“¿Por qué hubo corrupción?”, preguntó y respondió asimismo el mandatario:
-“Primero, porque se engaño a la gente con un dictamen haciendo creer que no se podía operar al mismo tiempo el aeropuerto de la ciudad de México y el aeropuerto de Santa Lucía”.
-“Segundo, porque se iban a cerrar dos aeropuertos para construir el aeropuerto de Texcoco y el aeropuerto actual se iba a urbanizar, se iba a convertir en una especie de Santa Fe. Era un negocio para unos cuantos”, añadió, acusó.
-“Tercero, tenían estimado un costo para ese aeropuerto, para construir dos pistas nada más; cerrar dos aeropuertos, cancelar tres pistas para hacer dos, con un costo de 300 mil millones de pesos, que al final, estamos estimando, iba a resultar en un costo total de 600 mil millones de pesos”, puntualizó.
-“Cuarto, es corrupción, porque por intereses, se decidió construir el aeropuerto de Texcoco en el peor sitio del Valle de México, en donde se producen más hundimientos, donde no se garantizaba la calidad de la obra”.
Ante medios de comunicación, López Obrador, delineó separación del poder económico, del poder político, con énfasis en que “los únicos negocios que deben de interesar a los servidores públicos, son los negocios públicos, no los privados”.
-“El que quiere hacer dinero, que no esté en el gobierno; aquí, no es para hacer dinero, el gobierno es para servir al pueblo; el gobierno es para ponerse al servicio de los demás, es una misión, es una convicción, es al mismo tiempo, un timbre de orgullo, ayudar en una sociedad”.
-“Entonces, si el propósito es hacer dinero o ganar dinero, por ejemplo, los que se quejaban de que no podían vivir con cien mil pesos mensuales, si se les bajaba el sueldo y que nos íbamos a aquedar sin buenos técnicos, pues si encuentran, si ese es su propósito ganar bien, ahí está el sector privado que, tampoco paga mucho que digamos, porque todo esto, era un mito”, observó.
¡Claro! está que ninguno de sus colaboradores, va renunciar a un cargo en la administración pública, para irse a buscar otro, al sector privado.
Ellos, en lo oscurito o a plena luz del día, seguirán con sus manera de hacer dinero, utilizando el logo partidista de Morena o el de la tribu que comandan desde esta fuerza política, como antes lo ejercían, en el PRD, en el PAN o en el PRI.
No en balde, la presidenta de Morena, Yeidckol Polevnsky Gurwitz, criticó y fustigó que al partido, se colaron “sabandijas” y “chapulines”, como los malandrines y malandrinas que están en dominios morenistas, del Poder Legislativo o en el gobierno federal.
¡Uf!
EN EL CHACALEO.
El objetivo que actualmente cumplen programas sociales en el país, dista mucho de lo que verdaderamente se necesita para superar pobreza y confirma que existencia de los delegados federales, es una estrategia política y burocracia innecesaria, acusa el secretario de Estudios y Análisis Estratégicos del CEN del PAN, Fernando Rodríguez Doval… El ex diputado federal, famoso porque en tribuna, calificó al partido Verde como “partido parásito”, critica los programas sociales del régimen, los cuales, señala, deben ayudar a personas en situación de desventaja y marginación, a superar su situación de pobreza, a través de aumentar sus capacidades, sin embargo, “estos programas, están diseñados para encadenarlos a ella”… Programas sociales actuales, denuncia el panista, tal y como se ejecutan, “son en realidad una estrategia electoral del Presidente y su partido, para mantener cautivos millones de votos, los de la gente más necesitada”. Critica que, “con absoluto cinismo, se designaron liderazgos destacados de Morena, como delegados federales, para vigilar y operar estos mal llamados programas sociales y, al mismo tiempo, posicionarse como candidatos naturales a las gubernaturas”… Pone el ejemplo de Jaime Bonilla Valdez, en Baja California, quien de septiembre a diciembre pasado, ocupó escaño en la sede del Paseo de la Reforma, número 135; luego; desempeñarse como delegado federal, hasta febrero de este año y posteriormente, el candidato a la gubernatura. ¡Qué tal!… www.los3poderes.com… juanlopez23@hotmail.com… Twitter: @JuanLopezMiguel…