Controversial actor político, del PRI, PRD y del partido que, su visión política creó, Morena; ex dirigente de esas organizaciones; cual militante partidista, buscó por tres campañas presidenciales, llegar al cargo que aspira cualquier panista, priista, perredista, morenista: la Presidencia de la República.
En su trayectoria, hizo amigos, adversarios y enemigos: los primeros, lo rodean de manera zalamera y lambiscona, en Palacio Nacional, en el gabinete; los segundos, lo critican y fustigan, por estilo personal de ejercer la máxima responsabilidad a la que llega un político.
Entre los terceros, está un expresidente, por quien, además, tiene aversión: Carlos Salinas de Gortari; además, ¿estaban? grupo de empresarios, a los que llamó, junto con el antecesor y algunos panistas, “la mafia del poder”.
Hoy, convive con los dueños del capital y tras diferencias por el proyecto del Nuevo Aeropuerto Internacional en la ciudad de México, en Texcoco, zanjaron “malos entendidos”, previa devolución al capitán de la iniciativa privada, Calos Slim Helú, más de cien mil millones de pesos que el próspero hombre de negocios, invirtió en la fallida obra.
A partir de primeros minutos de mañana, corren las 72 horas, para llegar al día en que Andrés Manuel López Obrador, cumple primer año de gobierno, en la responsabilidad que buscó por tres ocasiones, bajo el régimen “neoliberal” y “conservador”, en el poder. O sea cuando sus antecesores, Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto.
A 12 meses de ocupar el cargo, Andrés Manuel López Obrador, quien en su habitual conferencia de prensa matutina que ofrece en Palacio Nacional -en semana inglesa-, critica, fustiga y descalifica a predecesores en el Poder Ejecutivo, como Presidente, hace lo mismo o supera a priistas y panistas, que ocuparon el poder.
Por ejemplo en el Congreso, a diferencia de la clásica frase foxista, en el sentido de que el Presidente propone y el Congreso dispone, López Obrador, propone y su grupo parlamentario -mayoría relativa en ambas Cámaras-, ¡dispone!, porque avasallan a la oposición, cuando en votación de mayoría simple -251 diputados y 65 senadores-, aprueban iniciativas.
Buscan diálogo y consenso, con el PAN-PRI-PRD-MC, cuando un dictamen, es de aprobarse por mayoría calificada de legisladores presentes en la sesión; cuando requieren de una reforma constitucional. Empero, soslayan ese requisito, con legisladores “carnales”, quienes desde su bancada, hacen con Morena, más de 375 votos o más de 96, en el caso del Senado, en la posibilidad que estén en el recinto, 500 diputados ó 128 senadores.
Esa responsabilidad, la ejercen bien a bien, Mario Delgado Carrillo y Ricardo Monreal Ávila, quienes desde el grupo mayor en San Lázaro o en la colegisladora, cumplen directriz de su jefe máximo, para aprobar decretos, iniciativas y nombramientos, que propone el Ejecutivo, y sin cuidar formas, las aprueban, como exige el promovente.
Desde que inició el primer periodo ordinario de sesiones del primer año de ejercicio de la LXIV Legislatura, muchos son los asuntos que en la cancha del delfín de Marcelo Luis Ebrard Casaubón y del político de Zacatecas, se aprueban al mejor estilo del “régimen neoliberal” o “conservador”.
Cual el pasado, cuando los jefes del control político cameral, imponían férrea disciplina a miembros de la bancada, para votar lo que ordenaban desde “Los Pinos”, hoy, para aprobar como desean en Palacio Nacional.
Del 1° de diciembre del 2018, al próximo domingo, así, llegaron al cargo, ministros en el pleno de la Corte, para presidir órganos autónomos, como el caso más reciente: la nueva presidenta de la CNDH, Rosario Piedra Ibarra, quien rindió protesta, tras un proceso poco transparente, pero con el impulso de su tutor político, el Presidente de la República.
Andrés Manuel López Obrador, llega el próximo domingo a su primer aniversario como titular del Poder Ejecutivo, con mismas características con las que antecesores, ejercieron el cargo: la voluntad de un solo hombre.
Máxime, cuando el mandatario, como sucedía cuando el PRI tenía mayoría absoluta en el Poder Legislativo, tiene mayoría relativa y apoyo de partidos satélites, Verde, PT-PES, para hacer mayoría y sacar asuntos que presenta.
Única diferencia del régimen de la “cuarta transformación”, con el régimen “neoliberal” y “conservador”, es que llegó al poder, un actor político, con propuestas alternas a las de sexenios pasados, pero con el mismo estilo personal de ejercer el cargo, para imponerlas en el Congreso y convertirlas en políticas públicas.
¡Ojalá!, para el bien de México.
EN EL CHACALEO.
Layda Sansores San Román -fue diputada federal y senadora-, defendió a trabajadores de limpieza en el Congreso, para que los consideren con todas las prestaciones laborales, las cuales, no tenían, porque los contrataron bajo figura del repudiado outsourcing… Alcaldesa en Álvaro Obregón, debe ser la más contenta porque en la Cámara de Diputados, terminan con esa figura y el próximo ejercicio fiscal del 2020, en San Lázaro, contratarán de manera directa a los empleados de esa vital área para las instalaciones del Palacio Legislativo. ¡Enhorabuena!… Reiteramos, ¡nada, es para siempre! y, empleados de limpieza en la sede de avenida Congreso de la Unión, número 66, recibieron justicia… Tuvieron que retirar apoyo de recursos, a la Fundación que lleva su nombre, para que la escritora, Elena Poniatowska, critique al que no fue su tutor sexenal. ¡Quién iba decir!… ¿O sí la van a volver a considerar en el PEF-2020? ¿Eh?… En este asunto, puyante, para el Presidente, el secretario de Hacienda, Arturo Herrera Gutiérrez, tiene la palabra, apenas reciba instrucciones… www.los3poderes.com… juanlopez23@hotmail.com… Twitter: @JuanLopezMiguel…