Incremento de violencia en la entidad que registra alto desarrollo industrial, productividad y empleo, nuevamente confronta al régimen del presidente Andrés Manuel López Obrador, con el gobierno del PAN en la entidad.
Es decir, violencia, delincuencia, extorsiones, asaltos, secuestros, en el estado que gobiernan panistas desde 1991, con Carlos Medina Plascencia, opaca credibilidad en el blanquiazul, para gobernar y ofrecer paz y seguridad pública que exigen ciudadanos, no solamente en esa parte del país, sino en toda la nación.
Hay que decirlo, es el talón de Aquiles de esa oposición en Guanajuato, porque dejaron crecer puyante asunto y, violencia que permea en toda la geografía estatal, es tema recurrente en sesiones matutinas del gabinete de seguridad, que encabeza el presidente Andrés Manuel López Obrador, en Palacio Nacional, de 6 a 7 de la mañana, antes de acudir ante medios.
Vergonzantes para el actual gobernador, Diego Sinhue Rodríguez Vallejo, alto número de fallecimientos por violencia, lo mismo adultos mayores, jóvenes, que infantes o madres de familia, a todas horas del día o de la noche; en su domicilio, negocio; ¡hasta en velorios!
Luego de Medina Plascencia -cuyo nombre se mencionó entre presuntos beneficiarios del Fobaproa, por sus negocios de zapatos-, gobernaron Guanajuato, Vicente Fox Quesada, Ramón Martín Huerta, Juan Carlos Romero Hicks, actual diputado federal y coordinador de la bancada; Juan Manuel Oliva Ramírez, Héctor López Santillana y Miguel Márquez Márquez.
El PAN, como PRD-Morena, en la ciudad de México, sus gobernantes, tienen el poder desde hace más de 20 años y permitieron crecer violencia con todos sus derivados, en perjuicio del ciudadano, empresarios, comerciantes y prácticamente, no hay sector que se escape del flagelo.
Ayer, en tribuna matinal del Ejecutivo, surgió una pregunta “a modo” o no, sobre el asunto. A lo que el mandatario respondió que el gobierno, atiende la “situación especial” de Guanajuato, en materia de seguridad.
-“… porque sigue habiendo violencia, homicidios, confrontación entre grupos y también asesinatos de dirigentes”. De manera sutil, subliminal, el Presidente, ensanchó la respuesta:
-“Estamos atendiendo este asunto. Consideramos que hay en Guanajuato una profunda descomposición social que se fue gestando durante años; se abandonó la atención a la gente, el bienestar del pueblo y se permitió la creación y desarrollo de grupos dedicados a la delincuencia”.
Con toda intención, sin mencionar siglas que gobiernan el estado ni los nombres de quienes gobiernan esta parte del país, desde 1991, López Obrador, señaló:
-“Esto es un asunto muy aleccionador de cómo un modelo económico sin visión social, no funciona, porque Guanajuato, es de las entidades con más crecimiento económico. Sin embargo, es al mismo tiempo la entidad o está dentro de las entidades con más violencia”.
-“¿Cómo es que hay crecimiento económico, que hay desarrollo industrial, creación de empresas, maquiladoras, producción para el mercado, incluso, para la exportación, hasta generación de empleos y violencia? ¿Qué pasó con ese modelo?”.
-“Guanajuato, al mismo tiempo, es de los estados con menos inversión pública en salud, en educación, en bienestar; se apostó mucho a la privatización”, criticó de manera seguida.
Tras acusar que ahí fomentaron educación particular y apostaron a su privatización, cobro de colegiaturas, acusó:
-“Entonces, siento que eso fue una falla, fue un error garrafal. Durante mucho tiempo, se abandonó a los jóvenes, se abandonó la educación y también se permitió una convivencia entre autoridades y miembros de la delincuencia”.
-“Entonces, hay una descomposición social y se tiene que atender así el problema: primero, marcando muy bien lo que hemos dicho, la línea divisoria entre delincuencia y autoridad; que no haya contubernios; que no sea lo mismo, que las policías municipales, las autoridades estatales no estén vinculadas a la delincuencia; que la delincuencia no tenga protección del gobierno. Entonces, eso es lo que pensamos”.
Cual salvavidas del candente y puyante asunto en el estado que gobierna el PAN, el presidente López Obrador, ofreció:
-“Y sobre todo, atender el problema social; qué pasa en los municipios, qué pasa en los pueblos, qué hacer con los jóvenes, por qué no incorporarlos al trabajo, al estudio, no dejárselos a la delincuencia; que no los enganchen. Entonces, vamos a hacer un trabajo más a fondo”.
Defendió que en la entidad, hay presencia de la Guardia Nacional, Ejército, “pero necesitamos trabajar más abajo, necesitamos atender más el problema de la descomposición social. Esa es la definición”.
-“Y evitar la mescolanza, el contubernio de delincuencia con autoridades. Esto es, policías municipales, presidencias municipales o ayuntamientos; autoridades judiciales. Que se termine”.
Ante alusiones, señalamientos y críticas del jefe máximo de Morena y del Ejecutivo Federal, al gobierno del PAN en Guanajuato, en la sede partidista, el vocero del CEN, Fernando Herrera Ávila, replicó al mandatario.
A través de posicionamiento, el directivo panista, sin ambages, expresa:
-“El Presidente, se equivoca en su tendencioso diagnóstico hecho esta mañana (ayer), sobre la violencia en Guanajuato: la verdadera causa está en la política de abrazos, no balazos, y el dejar hacer, dejar pasar, al narcotráfico”.
“Guanajuato, es escenario de un pleito de cárteles de la droga, por el control del territorio, lo cual ocurre a ciencia y paciencia del Presidente, quien se niega a apoyar los esfuerzos del gobernador”, acusó el vocero en la dirigencia de Acción Nacional.
El presidente López Obrador, agrega, “quiere aplicar en Guanajuato el mismo método que se aplicó en Culiacán, Sinaloa: que un grupo criminal se imponga sobre otro, con tal fuerza que no pueda ser retado por otro”.
“El gobierno está aplicando en los hechos, la amnistía que ofreció en la campaña y eso solamente ha provocado mayor violencia en todo el país y eso no tiene nada que ver con una descomposición social por la política económica”, responde al Ejecutivo Federal.
Con datos de la ong, “Causa Común”, Herrera Ávila, acusa que muestran claramente fracaso del gobierno federal en combate a delincuencia: 1,350 fosas clandestinas, 944 actos de tortura, 692 masacres, 410 niños, mujeres y adolescentes, asesinados…
“Los dos años del gobierno de López Obrador, con todo y sus programas electorales, han sido los más violentos del siglo y no hay visos de que vayan a cambiar su falta de estrategia, porque la única política de Estado, es la mentira”.
El panista, observa que el presidente López Obrador, en su tribuna matutina, “asumió la actitud de un predicador religioso, en lugar de asumir una actitud y una conducta de hombre de Estado para resolver un problema grave”.
“La política de este gobierno, va a seguir incrementando la violencia. En dos años, han ocurrido el triple de homicidios dolosos que con Calderón; y el doble que con Peña Nieto”, afirma.
Como se observa, violencia en Guanajuato, como la que ocurre en la CDMX, Tamaulipas, Guerrero, Chihuahua, Veracruz y, en general, en todo el país, sólo se centra en debates que sostienen de manera indirecta, mediática, oportunista, electorero, el presidente López Obrador y adversarios del PAN.
Así empezaron el sexenio y así terminarán. Ni uno ni otros, ceden en aras del bien común de la República, para enfrentar flagelo de violencia, el cual, permea en la geografía nacional, cual pandemia Covid.
El país, está ¡harto! de bravatas entre Amlo-PAN, mientras violencia, se incrementa.
EN EL CHACALEO
Desafiantes pronósticos, estimaciones fatales, para la economía nacional, da a conocer el Centro de Investigación Económica y Presupuestaria, por inequidad fiscal. De mantenerse en el futuro políticas públicas actuales, advierte el CIEP -en un estudio que, en materia de endeudamiento y deuda pública, e impacto en generaciones presentes y futuras, hicieron Carlos Vázquez Vidal y Ricardo Cantú-, siguientes generaciones, que hasta el momento aún no nacen, tendrían que pagar 616% más que las presentes generaciones para recibir mismos bienes y servicios públicos que actualmente se proveen, tanto en cantidad como en calidad. Ello, por desequilibrio que existe en la cuenta generacional, que indica diferencia entre lo que pagan y reciben las presentes generaciones, respecto a lo que tendrían que pagar próximas generaciones para recibir mismos bienes y servicios públicos… Cuando políticas públicas están desequilibradas, hay distribución inequitativa de recursos públicos entre generaciones. “Por ejemplo, si actualmente las políticas tributarias no recaudan lo suficiente, cubriendo así parte del presupuesto, mediante endeudamiento, las futuras generaciones deberán pagar más impuestos para saldar la deuda que se adquirió en el pasado, restando además, recursos para temas como inversión en infraestructura, salud e innovación, entre otros”, presagia el CIEP… Estima que una persona que nació en el 2020, pagaría 138 mil 770 pesos en aportaciones netas, mientras que alguien que nace en siguientes generaciones, pagaría 992 mil 066 pesos durante el transcurso de su vida… En el gobierno del presidente López Obrador, hay recaudación, finanzas sanas, no hay de qué preocuparse, ¿verdad?… www.los3poderes.com… juanlopez23@hotmail.com… Twitter: @JuanLopezMiguel…