A 50 días de terminar su gestión constitucional como gobernador de Veracruz; inmerso en escándalos, acusaciones y señalamientos de corrupción, abuso de poder y enriquecimiento inexplicable, Javier Duarte de Ochoa, presentó solicitud de licencia al cargo, en misiva que envió a la presidenta del Congreso local, Octavia Ortega Arteaga.
La escueta comunicación, fechada ayer -bajo el oficio número 258/2016-, se recibió en las oficinas de aquella legisladora, a las 11:15 horas; paradójico: el matasellos –lado inferior derecho en el documento-, resaltaba la fecha, en números rojos: “12 OCT 2016”.
En el primer párrafo de tres que consta la carta, el señor Duarte de Ochoa, con fundamento en lo que dispone el artículo 48, fracción III, de la Constitución del estado, solicita a la Comisión Permanente de la Cámara de Diputados de la entidad, “autorice al suscrito, licencia para ausentarme de mi encargo a partir del día de hoy y hasta la conclusión del periodo de mi mandato”.
“Durante m desempeño como gobernador constitucional de nuestro estado, he procurado en todo momento, servir al pueblo veracruzano fielmente y al máximo de mis capacidades”, comunica en el segundo párrafo, el que fue delfín de Fidel Herrera Beltrán; ambos, crearon por 12 años, una camarilla que, de manera virtual, secuestró a la entidad, en todos los aspectos: el político, social y económico.
Ellos, y los actuales diputados federales, Jorge Alejandro Carvallo Delfín, Adolfo Mota Hernández, Erick Alejandro Lagos Hernández, Alberto Silva Ramos y Noemí Zoila Guzmán Lagunes, entre otros, conformaron una pandilla, bajo las órdenes de Herrera Beltrán, la cual, prácticamente hizo y deshizo en Veracruz, por dos sexenios.
“Servir a nuestro entrañable estado, ha sido el mayor privilegio y el más alto honor de mi vida. Agradezco a la sociedad veracruzana por la confianza depositaba en mi para el ejercicio de esta trascendental responsabilidad”, se lee en el último y tercer párrafo de la escueta carta que envió Duarte de Ochoa, al Congreso del estado.
Así, inició el principio del fin del grupúsculo que la mente perversa de Fidel Herrera maquinó, desde que aspiraba a gobernar Veracruz; su ambición, se le hizo, a toda costa y costo y, los resultados, se conocen. La camarilla que ideó, funcionó, porque cuando Herrera fue gobernador, el PRI, no tenía la Presidencia de la República.
En el sistema político mexicano, hemos dicho en este espacio, una ley no escrita es aquella que reza: quien te lo da, te lo quita, y fue lo que sucedió ayer con la solicitud de licencia que presentó al Congreso de Veracruz, Javier Duarte de Ochoa. El sistema que todo le dio, se lo quita, ante el cúmulo de errores políticos que él y sus compinches, tuvieron en el estado, hasta llegar a perder para el PRI, el estado que, representaba para el partido, la reserva electoral más importante en la República, como la del Edoméx.
Esa pandilla de diputados federales, mantuvo por doce años, por sobre cualquier cosa, su ambición, avaricia y codicia, para atesorar riqueza y avasallar a los que no eran de su clan, como los senadores, Héctor Yunes Landa y José Francisco Yunes Zorrilla. El primero, tras perder las elecciones el pasado 5 de junio ante el abanderado de la coalición PAN-PRD, Miguel Ángel Yunes Linares, no cesaba de exigir que se investigue a Javier Duarte, por actos ilícitos con los recursos públicos.
Después de que la camarilla perdió el gobierno del estado ante esa coalición, Javier Duarte, se mantuvo provocador y soberbio con los mandos superiores del PRI y del sistema, al decir que al final de su mandato, “no me veo en la cárcel”.
Por lo pronto, ni terminó su periodo como gobernador constitucional y su dicho, está por definirse, hasta después del 30 de noviembre próximo, porque por hoy, tiene inmunidad procesal, como señalan los artículos 108, 109, 110 y 111 de la Constitución.
Como está por verse si al vocero del gobierno del estado, el diputado con licencia, Alberto Silva Ramos, el sistema le permite se reincorpore como diputado de la pandilla que creó Fidel Herrera Beltrán; un legislador que conforma el grupúsculo, Jorge Carvallo, se sabe entre priístas de Veracruz, no es de la entidad; sus datos generales que muestra el Sistema de Información Legislativa –SIL-, de la Segob: señala que nació en Veracruz, pero está en blanco, el espacio que dice en qué ciudad del estado.
Todo lo que propicia en un ser humano, la ambición, avaricia y codicia, ¿verdad?, porque a los actores políticos de este país -con sus excepciones-, se les olvida lo que son.
ENRIQUE OCHOA: PROCEDER CONTRA GUILLERMO PADRÉS Y MIGUEL ÁNGEL YUNES.
Tajante, el presidente del Comité Ejecutivo Nacional del PRI, Enrique Ochoa Reza, en su posicionamiento, por la solicitud de licencia del gobernador de Veracruz, al cargo:
“Exhorto a las autoridades federales a cumplir su responsabilidad para que continúen las investigaciones contra Javier Duarte. Exigimos que haya sanciones ejemplares contra los responsables de cualquier acto de corrupción. No podemos permitir la impunidad”.
El dirigente del Revolucionario Institucional, recuerda que en los dos primeros meses de su gestión, la Comisión Nacional de Justicia Partidaria, tomó una decisión histórica: “suspendió del partido al gobernador en funciones de Veracruz, Javier Duarte”.
Ello, resalta, es una decisión sin precedente a favor de la transparencia y del combate a la corrupción. Luego de ponderar la solicitud de licencia de Javier Duarte, Enrique Ochoa reveló que instruyó a la fracción parlamentaria del tricolor en el Congreso de Veracruz, “a que proceden a la brevedad su separación”.
“Exhorto a las autoridades federales a cumplir su responsabilidad para que continúen las investigaciones contra Javier Duarte”, reiteró, y exigió a la vez, “haya sanciones ejemplares contra los responsables de cualquier acto de corrupción. ¡No podemos permitir la impunidad!”, acotó.
Empero, el ex director de la Comisión Federal de Electricidad, aprovechó el posicionamiento para demandar a su homólogo panista, Ricardo Anaya, “a que actúen contra el ex gobernador de Sonora, Guillermo Padrés y el gobernador electo en Veracruz, Miguel Ángel Yunes, ambos, señalados por actos de corrupción”.
“El PAN, el PRD y Morena, están obligados a entender que no se puede tapar el sol con un dedo y están obligados a combatir la corrupción al interior de sus propios partidos políticos”, afirma el dirigente priísta. ¡México, tiene que cambiar!, arengó. En el PRI, añade, “escuchamos los reclamos de la ciudadanía y estamos limpiando la casa”.
¡Ojalá!, transformación del PRI que enarbola Ochoa Reza, vaya en serio y no sea sólo un slogan sexenal para atraer al electorado, que le dio la espalda el 5 de junio pasado.
Si la diputada federal, Carolina Monroy, como presidenta interina del PRI, dejó en claro la suerte política de Javier Duarte, ayer, en gira de trabajo por Durango, Enrique Ochoa Reza, perfiló el destino inmediato del actor político que creó Fidel Herrera:
-“También exijo a las autoridades federales, que continúen las investigaciones en contra de Javier Duarte, porque no debe quedar impune ningún acto de corrupción en el país”.
-“Que sea este un caso ejemplar a favor de las instituciones del Estado mexicano”, dijo.
¡Ojalá!, procedan contra Guillermo Padrés, M. A. Yunes y el ujier de Ricardo Monreal.
(www.los3poderes.com)… (juanlopez23@hotmail.com)… Twitter: @JuanLopezMiguel…