Así como la candidatura del controversial Félix Salgado Macedonio, enfrentó a feministas contra Morena y su jefe máximo, iniciativa preferente, en materia de energía eléctrica, que presentó el presidente Andrés Manuel López Obrador, pasado 1° de febrero en la Cámara de Diputados, causa enfrentamiento entre él, con el Poder Judicial de la Federación.
Hasta hoy, ni el ministro presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, Arturo Zaldívar, ni otros integrantes del pleno del máximo tribunal de justicia, que se sepa -aún en calidad de ciudadanos-, no se inmiscuyen en asuntos públicos-políticos del Ejecutivo Federal o del Poder Legislativo.
Tampoco, la opinión pública y los ciudadanos, “ven ni oyen” que los otros 10 integrantes de la Corte, mantengan posturas públicas en torno a la situación económica del país; a presunta corrupción que permea entre distinguidos colaboradores del presidente López Obrador; ni externan su punto de vista por el caso de Félix Salgado Macedonio.
¡Vamos, pues!, ni las tres ministros de la Corte, Ana Margarita Ríos Farjat, Norma Lucía Piña Hernández y Yasmín Esquivel Mossa, se atreven siquiera, a ser solidarias con las demandas de cientos de mexicanas, ciudadanas que exigieron a Morena, a su jefe máximo y a Mario Delgado Carrillo, no postular al controversial senador con licencia, como abanderado del partido en el poder, a la gubernatura guerrerense.
De igual manera, “no se ve ni oye”, que los ministros, Luis María Aguilar Morales, Javier Lainez Potysek, José Fernando Franco González Salas, Alberto Pérez Dayán, Juan Luis González Alcántara Carrancá, Alfredo Gutiérrez Ortiz Mena y Jorge Mario Pardo Rebolledo, hablen del asunto de las vacunas contra el Covid, de la situación de inseguridad, violencia y delincuencia que permea en la República; o feminicidios en ciudad de México y otros estados, como Veracruz.
Ellos, institucionales, se abstienen de opinar o expresar sus puntos de vista por asuntos políticos, económicos o sociales que vive la nación, aunque quisieran, guardan virtual “sana distancia” de esos asuntos y si acaso, en sus intervenciones en eventos públicos, o en el informe anual que rinde el ministro presidente de la Corte, lo hacen, veladamente.
Creemos, entendemos, que son reglas no escritas en el Poder Judicial y, así, las “interpretan”; “usos y costumbres” que, los mismos hombres de leyes, llegan a quebrantar en sus resoluciones, de carácter relativo a asuntos políticos, económicos o sociales.
O lo que a esta columna explica respetado y honesto hombre de leyes, quien pide omitir su nombre, cuando cita un gran juez italiano, Piero Calamandrei, quien hace años expresó célebre frase que, desde entonces, el mundo de leyes, reconoce: “el juez habla por sus sentencias”.
En ese contexto, la Suprema Corte de Justicia de la Nación, “de su presidente para abajo”, respetan y se dan a respetar.
Recordamos como se imponía bagaje de Manlio Fabio Beltrones, cuando en la sede priista, San Lázaro o Senado, lo cuestionaban en relación a asuntos de otras fuerzas políticas. “El respeto al partido ajeno, es la paz”, respondía el político de Sonora y de esa manera, no contribuía a amarrar navajas con el adversario.
Contexto en el que se contrapone actitud del Presidente de la República, cuando cuestiona al juez, Juan Pablo Gómez Fierro, por otorgar suspensión provisional a dos particulares, contra la reforma a Ley de Industria Eléctrica.
-“Apenas se está publicando la reforma y ahí va el amparo, el primero. Nosotros vamos a acudir a la Suprema Corte de Justicia de la Nación y queremos que la Judicatura del Poder Judicial haga una revisión del proceder de estos jueces, porque sería el colmo que el Poder Judicial del país estuviera a servicio de particulares”, reacción del mandatario, jueves pasado, cuando opinó sobre el tema.
Hecho que, de inmediato, mereció réplica del ministro presidente de la Corte, Arturo Zaldívar, quien observó de manera indirecta al Ejecutivo Federal, respeto a la autonomía del Poder Judicial; desde ese día, ambos, intercambiar comunicación epistolar, para zanjar el asunto.
Pero la primera reacción del ministro sobre el caso, denota de modo tajante, que se debe respetar resolución de un miembro del Poder Judicial, en este caso, la que firmó aquel juez, segundo de distrito, en materia administrativa.
El mismo juez, concedió más amparos contra la reforma eléctrica que promovió el Presidente.
Vergonzoso espectáculo, que inició el presidente López Obrador, quien no alcanza a comprender que él, tiene sus propias facultades que le concede nuestra Ley de Leyes, en la investidura por la que fue electo en el 2018 y omite las que la misma Constitución, faculta al Poder Judicial y Legislativo.
Pareciera que el político de Tabasco, confunde al Poder Judicial, con la bancada del partido que, su visión política creó, en la Cámara de Diputados; o confunde a un juez, con el coordinador del grupo mayor en San Lázaro.
Grave, que desde Palacio Nacional, pretenden influir en resoluciones de los ministros, jueces o magistrados del Poder Judicial, cuando éstos, son “apolíticos” y guardan “sana distancia”, de los otros dos Poderes de la Federación, porque así respetan autonomía que cada uno se merece.
¿Qué pensara al respecto, la titular de Gobernación, doña Olga Sánchez Cordero, quien en su calidad de ministro en retiro, sabe y conoce que los miembros del Poder Judicial, actúan con plena autonomía y en ese sentido, dictan sus sentencias?
¿Quién aconsejaría al presidente López Obrador, de inconformarse desde su tribuna matinal, resolución que dictó aquel juez, contra su reforma en materia eléctrica?
Cómo decirle al mandatario, que ese no es su papel, que le falta oficio y sensibilidad, para este y otros asuntos de la nación.
Que para eso están sus jefes de bancada en el Congreso de la Unión; correligionarios, senadores o diputados federales; la misma titular de Gobernación, quien sería la indicada en hacer esos comentarios que, hoy, hace su jefe, precisamente, por el afán de ser protagonista de todos los asuntos del gobierno federal, cuando hay que decirlo con todo respeto al Presidente, no es sabelotodo, como él mismo critica a quienes así actúan.
Cómo decir al presidente Andrés Manuel López Obrador, que delegue funciones, que para eso están los miembros del gabinete o los directivos del partido político que, su visión, creó.
Para qué se expone a críticas ciudadanas y de opinión pública, por omitir facultades que la Constitución ofrece a quienes presiden o forman parte del Poder Judicial, Legislativo y Ejecutivo.
El mandatario, debe tener en cuenta que, su investidura, exige oficio, diálogo, sensibilidad, altura de miras, humildad, grandeza.
López Obrador debe entender que uso y abuso del poder, no va con su estilo personal de gobernar a la nación; que hasta un estudiante de derecho, sabe que un Poder de la Federación, es autónomo.
¡Vamos, Presidente!
¡Sí se puede!, diría su paisano, Roberto Madrazo.
EN EL CHACALEO
En tiempo y forma, criticamos y señalamos estilo personal de Enrique Peña Nieto, por imponer al aún gobernador de Colima, sin que autoridad electoral lo declare gobernador constitucional, electo en segunda vuelta… Hoy, garrafal error, se desvanece, con las encuestas que perfilan a Morena, como ganador de la contienda para gobernador en el estado… En 6 años, qué partido desbancará a Morena del gobierno de Guerrero, por terquedad del jefe máximo de Morena y del Ejecutivo Federal, en imponer a toda costa y costo político-electoral, a Félix Salgado Macedonio como candidato a gobernar Guerrero… Reiteramos frase bíblica: con la vara que mides. ¡Cuidado!… www.los3poderes.com… juanlopez23@hotmail.com… Twitter: @JuanLopezMiguel…