Tiene razón el dirigente nacional del PRI, cuando señala que los resultados electorales del partido que preside, en los comicios del pasado domingo 5, fue una lucha electoral que, no significa una derrota política. Ejemplos hay, entre adversarios del priísmo que, protagonizan victorias en las urnas y tres años después o seis, los mismos ciudadanos, les dan la espalda, cuando no refrendan su confianza para que sigan al frente del poder sexenal, estatal, municipal o en el Congreso local o Federal.
La primera alternancia en este país, inició del PRI al PAN; la segunda, del PAN al PRI; más allá de repartirse el poder público estas fuerzas políticas, significa en su momento, la dolorosa derrota partidista, en la que terminan aspiraciones de unos, pero comienzan los de otros; o la algarabía por la victoria electoral sobre el adversario.
Capítulos partidistas que dejan en el camino, la trayectoria del suspirante que no llegó al cargo público o llevan más allá del día de la elección, al que se alzó con el triunfo; en el reparto de ganar y perder espacios de poder, están las siglas partidistas… y su dirigencia.
En este país, a partir del 2000, o mejor dicho, antes, luego que el PRI perdió la antesala del poder -la mayoría absoluta en la Cámara de Diputados, en las elecciones intermedias de 1997-, ningún actor político del PRI-PAN-PRD, debe sentir que se acaba todo, cuando se pierde, porque después viene la recomposición de fuerzas, cambio de estrategias y la determinación, para volver a ganar una elección, para Presidente, gobernador, alcalde, diputados y senadores; o legisladores locales.
No vale la pena decir nombres ni siglas, pero desde esa fecha, la geografía política de la República, en ocasiones, luego de comicios locales o federales, se pinta de rojo, blanquiazul o amarillo; o con los de la coalición que forman, para ganar espacios.
Entonces, cobra vigencia la tesis de Beltrones, cuando defiende que el PRI, seguirá en la defensa del proyecto del país en el que creemos “y que esta lucha electoral, no significa una derrota política”.
Con esa definición, el sonorense casi habla por los adversarios del Revolucionario Institucional, por los partidos que orbitan en el sistema político mexicano, porque su tesis, no refleja la situación del tricolor, también, la de otras fuerzas políticas, como por ejemplo, la del PAN-PRD-, que perdieron la alternancia en Oaxaca; o la de estos partidos que, ¡nada más! no pueden acabar con predominancia del PRI, que gobierna Hidalgo.
-“Y que esta lucha electoral, no significa una derrota política”, diez palabras que se quedan para los actores del sistema, quienes las recordarán, por la sabiduría de lo que denota para protagonistas de la contienda: a veces se gana y en otras, se pierde.
Ayer, otra vez, de manera institucional, leal, con entereza y de cara a la opinión pública, se presentó Beltrones, ante los medios -en la segunda conferencia que ofrece-, luego del proceso electoral. Cual hombre del sistema, delineó que el partido está en la etapa de “reflexiones para la toma de decisiones”, tras la elección pasada y que platicará con todos los priístas “en especial, con aquel al que nos debemos, por ser un partido en el gobierno, que es el Presidente de la República”.
No es casual, que el dirigente del PRI, resalte o-bli-ga-ción de correligionarios que ganaron gubernaturas con las siglas del partido: “¡que le respondan a la gente!”. ¡Ojalá!, pero los Murat y los González Zarur, no son leales ni ejercen la gratitud con los que depositan en ellos su confianza; cosa de esperar cómo ejercen el poder… prepotente.
¡EL PAN!, ASUME LAS RIENDAS DEL PERÍODO EXTRAORDINARIO DE SESIONES.
Ocho días después del proceso electoral en el que a través de coalición con el PRD, ganaron gubernaturas, el Partido Acción Nacional, de manera virtual, impone su personal estilo de visión, para la aprobación de iniciativas, motivo de la agenda extra que, ayer, inició el Congreso. Es parte de las formas ocultas del periodo extraordinario que, advertimos, en este espacio, el 19 de mayo pasado:
“Si el PRI y la coalición PAN-PRD, ganan o pierden gobiernos estatales, el adversario, de todos modos, llevará irregularidades a la autoridad electoral local y si no proceden, las presentarán al Tribunal Electoral Federal del Poder Judicial de la Federación, además de protestas que unos y otros, hagan en las plazas públicas, por perder una entidad”.
También anotamos:
“En ese escenario, el PRI o la coalición PAN-PRD, llegarían victoriosos al periodo extraordinario que tendrán sus representantes en el Poder Legislativo y de esa manera, llevarán mano en las negociaciones para las iniciativas que tienen pendientes por aprobar”. Presagio que, se hizo presente en el Congreso, cuando el senador-presidente de la mesa directiva, Roberto Gil Zuarth, ponderó agenda legislativa, la cual, ¡acotó!:
-“Y en última instancia, revisar las condiciones sobre la reforma de Seguridad Pública, en razón de lo que aconteció hace dos domingos, en el cual hubo, un resultado electoral que ha introducido nuevos actores a la escena política y que, en consecuencia, nuestro partido, ahí, la intención de conocer su opinión antes de construir la reforma constitucional”. ¡Qué tal!, ¿Eh? ¡Ah!, y por si no se entendió bien lo que dijo, agregó:
-“Eso no significa posponerla de manera definitiva, sino simplemente que haya un espacio de diálogo y de encuentro con nuestros próximos gobernadores para escuchar su opinión sobre el nuevo modelo”, para la seguridad pública.
Es decir, el PAN, impone su presencia en la mesa de negociación de la agenda a desahogar en sesiones extras, con justificación de triunfos electorales que les otorgó la ciudadanía en ¡7! entidades de la República, motivo por el cual, habrá qué esperar la opinión de igual número de gobernadores electos, para que brinden su opinión sobre la iniciativa de mando único que derivó a mando mixto, como el mismo senador lo anunció en una de sus giras de trabajo al estado de Morelos, pero con las observaciones que hagan los panistas; sólo ellos saben en qué terminará el proyecto peñista.
-“¡No!, mando mixto, corre por una cuerda separada, le he transmitido ya al senador (Emilio) Gamboa, la intención de abrir un paréntesis para escuchar a las nuevas autoridades electas, en un tema que es básico, fundamental para el país”, declaró el senador y coordinador parlamentario del PAN, Fernando Herrera Ávila, quien para no hacer de menos al PRI-PRD, añadió:
-“Los nuevos gobernadores, no sólo del PAN, son 12 los que entrarán, que es prácticamente un tercio del país y es necesario que vayamos todos en sintonía para que una nueva forma de convivencia con nuestros policías, tenga el amplio respaldo de los Ejecutivos estatales”. Es decir, aún no se sabe qué aportarán esos mandatarios electos a la propuesta original que envió al Senado, el presidente Enrique Peña Nieto.
¡7! gobernadores electos del PAN-PRD, ¡seguro!, que harán observaciones que en campaña recogieron de los ciudadanos, para acabar con inseguridad, delincuencia organizada e impunidad, en similar número de estados. O sea, lo que se puede esperar de la iniciativa para seguridad pública, es que será otra, pero con adiciones ¡que haga la oposición! Y todo indica, las tendrá que aceptar el promovente. ¡Zas!
EN EL CHACALEO.
Al adversario magisterial, todo el peso del sistema, como fue la aprehensión del líder de la CNTE, Rubén Núñez, por “lavado” de recursos. Otros -correligionarios o no-, gozan de impunidad o fuero cameral. Lo peor, que el Poder Judicial se preste para el caso, cuando los mexicanos saben que es persecución política, porque centistas no avalan la reforma educativa. ¡Caramba!… (www.los3poderes.com)… (juanlopez23@hotmail.com)…