Otra excelente retórica, se escuchó ayer, por la tarde-noche, en la sede de Insurgentes Norte número 59, sólo que esta vez, fue de parte de una priísta, quien sin ambages, expuso ante miembros de la Comisión Política Permanente del Consejo Político Nacional, realidad que atraviesa el partido que fue primera fuerza en el país: el PRI.
Al igual que su antecesor en el cargo, René Juárez Cisneros, la presidenta interina del Comité Ejecutivo Nacional del PRI, habló claro y fuerte de la situación partidista, luego de humillante derrota electoral ante Morena, el 1° del mes, donde perdieron la Presidencia, mayoría relativa en el Poder Legislativo y no ganaron ni una gubernatura de 9 que se disputaron, además de perder espacios en Congresos locales y alcaldías.
Al igual que el ex gobernador de Guerrero, la sobrina de Carlos Salinas de Gortari, omitió señalar culpable, culpables o responsables de aplastante derrota, sin precedente, en la historia de nuestro sistema político, desde que la visión del prócer de Sonora, Plutarco Elías Calles, fundó el Partido Nacional Revolucionario, antecedente del PRI.
Lógico, ningún actor político del PRI, esos que deben favores al grupo Atlacomulco; aquellos que se encumbraron en 6 años en gubernaturas, en el Congreso, alcaldías, en cargos públicos, de mensos y tarugos, despotrican contra los autores de que el militante, el elector, el ciudadano, diera la espalda al PRI, tras un gobierno que mantuvo cohesión con los tolucos y pocos espacios dejaron para otros correligionarios, que no fueran ellos.
Eso lo sabe bien a bien la señora Claudia Ruiz, quien no obstante, habló como esperaban oír de ella, los miembros de la CPP, con sinceridad y franqueza, como debieron hablar desde inicio del sexenio, los actores políticos del PRI que ocuparon el poder por 6 años.
-“Son las bases, quienes nos mantienen en pie, incluso en nuestros momentos más desfavorables. Y es sólo regresando a ellas, que podremos levantarnos, reinventarnos y crear el nuevo consenso interno que nos permita recuperar la confianza de los mexicanos”, ofreció la dirigente interina, como respuesta a lo que llamó “la elección más grande y compleja de nuestra historia moderna”.
En agradecimiento a los más de 7 millones de votos que obtuvo el PRI en la contienda por la Presidencia, la señora Ruiz Massieu, resaltó un “reconozco además a nuestra militancia que, con lealtad, con generosidad y compromiso, nos refrendó su apoyo en la elección más grande y competida de la historia”.
Luego, cual académica del Colegio de México, o como si fuera la voz de esos estudiosos de nuestro sistema político mexicano, reconoció ante consejeros-correligionarios:
-“El 2018, será recordado en la historia del PRI de una, de dos maneras: como el año de nuestra gran debacle o como el año en que iniciamos nuestra gran reforma. Escribir el desenlace de este capítulo, depende de todos nosotros”.
Que la sobrina del ex presidente Salinas de Gortari, no se espante en próximas reuniones que encabece del Consejo Político Nacional, cuando consejeros priístas, reclamen, exijan, que responsables de la derrota den la cara; o que en alguna reunión de Comité Directivo Estatal que presida, surjan voces del prísmo con esa demanda, porque ella misma, hizo la convocatoria:
-“Vamos a perderle el miedo a las palabras. Si queremos cambiar la realidad, primero tenemos que atrevernos a describirla, sin eufemismos. Vamos a mirarnos en el espejo de cuerpo entero, sin miedo ni prejuicios, reconociendo lo que hoy presentamos para poder definir lo que queremos ser”. Para que su virtual arenga hacia la militancia se entendiera bien, Ruiz Massieu, observó:
-“Porque para hacer cambios de fondo, también hay que cambiar las formas y como yo lo interpreto, una de las cosas que más rechaza la gente, es la falta de claridad, la falta de contundencia para decir las cosas como son, empezando por nuestras fallas”.
La invitación a la militancia, para que se exprese con claridad en la discusión interna por la humíllate derrota, la hizo su presidenta interina, sólo falta que los priístas pierdan miedo a las palabras cuando exijan explicación del por qué perdieron la Presidencia de la República y estuvieron a punto de borrarlos del mapa electoral en la República.
O cuando lleven a la reflexión, discusión, aclaración, el balance de políticas públicas que ejerció el presidente Enrique Peña Nieto, aún, primer priísta de la nación; cuando se decidan a cuestionar por qué la militancia, el elector, dio la espalda al PRI e implícitamente, al gobierno peñista.
Es lo menos que pueden hacer, cuando el debate inicie a partir del próximo primero de diciembre, cuando el grupo en el poder, el que perdió todo en un sexenio, sea uno más de los que se hartaron de utilizar las siglas tricolor, para ensayar lo que solo fue un fracaso: llevar como candidato presidencial, a un ciudadano que ni siquiera se afilió al PRI, como aspirante, cuando callaron, por recibir un cargo de elección popular. ¡Uf!
“ESTÁ EN NUESTRA MANOS, DECIDIR CÓMO RESPONDER A ESTA NUEVA REALIDAD”.
Ayer, al rendir protesta ante Manlio Fabio Beltrones, como dirigente interina del Revolucionario Institucional, la maestra Claudia Ruiz Massieu, utilizó discurso crítico, autocrítico, pero hasta ahí; no quiso o no la dejaron, ir más allá, a hablar de lo que quiere escuchar la militancia, esos que aún votaron por el partido, el 1° del mes.
No fue casual que en ese tono de su mensaje, la nueva presidenta del tricolor, insistiera en reconocer fallas, alistar reflexión para decidir el nuevo rumbo del partido. Así lo expuso la tarde-noche de ayer, en la sede del partido:
-“Los resultados del 1 de julio, no los podemos cambiar, pero lo que sí está en nuestras manos, sobre lo que sí tenemos control, es decidir cómo responderemos a esta nueva realidad”. Por eso, añadió, la primera pregunta que los priístas se deben hacer es “si nos conformaremos con administrar la inercia de lo que tenemos, o nos atrevemos a conducir la reforma, para lograr lo que queremos”.
Con énfasis, la senadora electa, fue optimista:
-“… no tengo la menor duda que la respuesta a este planteamiento será clara: ¡vamos a levantarnos!, vamos a renovarnos y vamos a fortalecernos”.
Para esa meta, delineó dos pasos, “dos grandes procesos”:
Primero, un diagnóstico franco, objetivo y autocrítico sobre las causas de nuestra derrota. Un diagnóstico que incluya una reflexión profunda del pasado proceso electoral, pero que vaya mucho más atrás en su análisis”.
-“Porque las razones que nos apartaron de la confianza de la ciudadanía tiene sus orígenes en inercias, en actitudes y en formas de hacer política que venimos arrastrando, no desde la pasada elección, sino desde la pasada generación”, observó.
A partir de esta reflexión, dijo, “deberá detonarse un proceso de reforma, con una hoja de ruta clara, que no sólo enuncie lo que haremos, sino que defina cómo lo haremos”.
A manera de calmante a los priístas que están encabronados por la humillante derrota ante el ex correligionario y fundador de Morena, la presidenta interina del PRI, ofreció:
-“… nuestra militancia desea estar en primera línea, como siempre, para respaldar al partido en esta etapa de cambio, pero no como espectador testimonial, sino como actor central, no sólo ejecutando directrices trazadas por la dirigencia, sino contribuyendo activamente a la toma de decisiones”.
Para la renovación de la próxima dirigencia, garantizó un proceso en orden, transparente, incluyente y con apego a la legalidad. En ese objetivo, dentro de 60 días, convocará -próximo año- al Consejo Político Nacional, para designar al nuevo CEN que concluirá el periodo estatutario de Manlio Fabio Beltrones.
Por lo pronto, la dirigente interina del PRI, también ofreció lo que el PAN, en este sexenio: ser oposición responsable, “cuando así convenga a México”.
Luego, iniciar el proceso de reflexión “que habrá de llevarnos a la reforma de nuestro partido: desde las bases, desde los estados, desde el seccional y desde la militancia individual”, previo compromiso de tener un espacio “para hacerse oír, en un partido abierto”; porque la reforma del tricolor, va “desde abajo hacia arriba, con la militancia como protagonista para crear un partido más horizontal, democrático y autónomo”.
Claudia Ruiz Massieu, reiteró que “no le tengo miedo a que seamos oposición”.
¡Ojalá! que su retórica crítica, autocrítica, con la que ayer habló a consejeros, no se convierta en demagogia, cuando a la hora de la reforma priísta, le pidan llamar a cuentas a esos correligionarios que en el 2000 y en el 2018, por errores en políticas públicas, por abuso de poder y otros flagelos, hicieron todo para entregar el poder a la oposición, cuando por estos motivos, el militante, el ciudadano, les dio la espalda.
No basta con reconocer que “en estos días he recogido las expresiones de dolor, de rabia, de incertidumbre, de nuestros amigos y compañeros…”, hay que ir al fondo: derogar de los Estatutos, artículos que permitieron ensayar con una candidatura ciudadana a la Presidencia, y rechazar que a una campaña presidencial del partido, lleguen actores políticos que ni siquiera se afiliaron al partido, como fue el coordinador de la fracasada campaña y otros que “saltaron” del PAN, de otros partidos, al PRI.
Por lo que dijo el lunes pasado René Juárez Cisneros y por lo que ayer, expuso su sucesora en la dirigencia nacional del PRI, todo apunta a “borrón y cuenta nueva” en el partido, porque no hay, no hubo y como dijo don Teofilito, ni habrá culpable o culpables de la derrota, porque “no es tiempo de repartir culpas, ni tampoco de individualizar responsabilidades”, “porque las razones que nos apartaron de la confianza ciudadana, tiene sus orígenes, en inercias, en actitudes y en formas de hacer política que venimos arrastrando, no desde la pasada elección, sino desde la pasada generación”.
¿De cuál generación? ¿La de Carlos Salinas de Gortari? ¿Miguel de la Madrid? ¿Ernesto Zedillo? ¡José López Portillo! ¡Luis Echeverría Álvarez!
¡Caramba!, si no pueden, no pudieron, que no repartan, ¿verdad?
EN EL CHACALEO.
De manera “respetuosa”, el coordinador parlamentario del PAN en la Cámara de Diputados, Marko Cortés Mendoza, exhorta al gobierno de la República, “para que no baje la cortina”, toda vez que aún tiene por cuatro meses en sus manos, la responsabilidad de la tranquilidad y seguridad de los mexicanos. El legislador michoacano, refirió que en Oaxaca, 15 personas perdieron la vida por conflictos entre comunidades; en otros estados, por violencia e inseguridad… En relación a la política de “austeridad” que alista el virtual Presidente electo, una vez asuma el poder sexenal, el diputado panista exige que Andrés Manuel López Obrador exprese con claridad, cuáles van a ser todas esas medidas, porque para el PAN, es prioritario, respetar el derecho de todos los trabajadores “y además, cuidar a las instituciones del Estado mexicano, al Poder Legislativo, al Poder Judicial, a los organismos autónomos, para que estos sigan guardando la distancia que en el marco constitucional está planteado, que tengan autonomía de gestión y capacidad de realizar de forma adecuada sus funciones”… O sea, que en el Poder Ejecutivo -para el que fue electo-, López Obrador, ejerza su política de “austeridad”, pero que respete autonomía del Legislativo y Judicial. ¡Zas!… Marko Cortés aclara que el PAN está por eliminar privilegios y reducir gastos innecesarios, pero no violar el derecho de los trabajadores y no vulnerar las instituciones del Estado mexicano… Al legislador, sólo faltó clamar: “me estás oyendo… ¡Andrés Manuel!”… Todo indica que el ministro presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, Luis María Aguilar Morales y los coordinadores del PAN-PRD, cerrarán filas a partir del próximo primero de septiembre al 15 de diciembre siguiente, para que respeten autonomía del Poder Judicial, y en ese lapso, en mesa de negociación del Presupuesto de Egresos de la Federación para ejercicio fiscal del 2019, no viole derechos laborales… twitter: @JuanLopezMiguel… www.los3poderes.com… juanlopez23@hotmail.com…