El lunes pasado, el presidente Enrique Peña Nieto, de un tiro, mató dos pájaros: se disculpó públicamente por el escándalo en el que se involucró la familia presidencial, por la propiedad de la “casa blanca” -durante promulgación de leyes del Sistema Nacional Anticorrupción- y posteriormente, en comunicado oficial, se anunció la virtual devolución del inmueble de Sierra Gorda número 150, en la zona más bonita de la capital, de la era de los gobiernos post revolucionarios: las Lomas de Chapultepec.
-“En carne propia, sentí la irritación de los mexicanos. La entiendo perfectamente, por eso, con toda humildad, les pido perdón”, expuso el mandatario en aquella ceremonia, de cara a representantes de la sociedad civil y de Los Tres Poderes de la nación.
Fueron 20 palabras, con las que el líder del grupo Atlacomulco, hizo virtual reparación del “daño moral” que el escandaloso tema -con resonancia en México y en el extranjero-ocasionó a su familia, a él, al partido que lo llevó al poder y a la clase política priísta.
“Empero, hasta el momento, se ignora si en los próximos días, desde la Presidencia, se anuncia que la propiedad de Sierra Gorda número 150, en Lomas de Chapultepec, finalmente no la ocuparán sus inquilinos, al terminar el sexenio”. “¿O sí?”, anotamos ayer, en este espacio.
No hubo necesidad de esperar más días, porque la noche de aquel día, el gobierno peñista, en virtual cierre del asunto, anunció que la propiedad, se devolvió el 11 de diciembre del 2014, a “Ingeniería Inmobiliaria del Centro, S. A. de C. V.”.
Así, la administración de Enrique Peña Nieto y, en especial, su esposa, Angélica Rivera, finiquitan al mismo tiempo, el caso y cualquier relación con el inmueble y acaban con un asunto que lastimó a los actuales inquilinos de “Los Pinos”, caso por el que la oposición, fustigó a la familia presidencial en tribunas del Congreso, en mítines y plazas públicas.
Presidencia de la República deja en claro que la esposa del Presidente, no tiene ninguna relación alguna ni posesión de la propiedad con aquella Inmobiliaria -del grupo “Higa”-, del empresario Juan Armando Hinojosa Cantú, constructor favorito del régimen, cuya relación con el Presidente de la República, data desde que Enrique Peña Nieto, fue gobernador del Estado de México.
Desde que estalló el escándalo, el asunto, minó la credibilidad ciudadana, en los ofrecimientos del régimen, para combatir la corrupción; el de la “casa blanca”, fue uno de los temas que, al igual que el de Ayotzinapa, Tlatlaya, Nochixtlán, entre otros, ¡hartaron! al ciudadano, al elector, a la opinión pública, a los empresarios, inversionistas y la respuesta de los mexicanos, fue reveladora: votar contra el partido que llevó al poder a Enrique Peña Nieto, en los comicios del pasado 5 de junio.
Desde los 14 estados donde hubo elecciones para renovar órganos de gobierno, electores y ciudadanos, agraviados por el estilo personal para ejercer la corrupción en gobiernos como el de Chihuahua, Veracruz, Quintana Roo, y la impotencia de ver cómo desde el gobierno federal, nada hacían para contener la ambición, avaricia y codicia de César Duarte Jáquez, Javier Duarte de Ochoa y de Roberto Borge Angulo, no tuvieron otra alternativa que rechazar a los candidatos del PRI, en las urnas.
Esos resultados, calaron en el primer priísta del país, lo doblan, pide perdón por el caso y anuncian la devolución de la “casa blanca”. Más vale tarde que nunca, ¿verdad?
GIL ZUARTH, DESTACA PERDÓN DEL PRESIDENTE, POR ESCÁNDALO DE “CASA BLANCA”.
Más allá de analizar las formas ocultas tras el perdón que pidió el Presidente de la República por el espinoso asunto de la “casa blanca”, debemos reconocer altura de miras de Enrique Peña Nieto en sus 20 palabras con las que reparó el daño moral que propició a los mexicanos, con el asunto que involucró a él y su familia.
Así como en su momento, representantes de oposición lo fustigaron y criticaron por esa propiedad, hoy, uno de ellos, el senador Roberto Gil Zuarth, reconoce al Presidente.
-“Creo que cuando un actor político asume, reconoce ciertas circunstancias en el ámbito de una nueva etapa de la vida institucional del país, hay que encomiarlo, hay que reconocerlo, hay que destacarlo”, declara el presidente del Senado, quien advierte en la expresión del mandatario, intención de abrir una nueva etapa en la vida pública del país; nueva etapa en la que no solamente sea prioridad el combate a la corrupción, sino en la que cada quien asuma la propia responsabilidad.
-“Yo no puedo, bajo ninguna circunstancia, más que reconocer que la expresión del Presidente, es correcta, en el sentido de que se ha lastimado en términos de percepción, en términos incluso de la imagen de la investidura presidencial, de la institución presidencial. Y que, en consecuencia, el gesto que ha tenido el Presidente, me parece que en términos personales, es absolutamente digno de ser destacado”.
Eso no significa, pondera el panista, que los actos y su legalidad, puedan ser resueltos en función de esa mea culpa. Creo que tendrá que ser analizado, definido por las propias instituciones, “pero el reconocimiento personal que ha hecho el Presidente de la República, me parece que es digno de reconocimiento y destacarse”.
La postura republicana del presidente de los senadores, contrasta con la que expresó en conferencia de prensa, el perredista, Armando Ríos Piter, acompañado por su compañero Zoé Robledo Aburto. Estas fueron las palabras iniciales del guerrerense:
-“Y primero que nada, comentar a ustedes que en el grupo parlamentario del PRD, esperamos que la gente, que los ciudadanos y las ciudadanas, no caigan en la trampa, no caigan en el teatro que el Presidente de la República está montando junto con su partido”. Hay tres actos en esta obra teatral, agregó, “que a todas luces, lo que muestran es que la supuesta autocrítica que está haciendo el gobierno y su partido, en realidad, tienen un simple fin electoral”. Luego, el perredista, resumió:
-“Primera escena, primer acto: el nuevo presidente del PRI, Enrique Ochoa, diciendo que se va a limpiar la casa; segundo acto, segunda escena, la renuncia de Virgilio Andrade, como secretario de la Función Pública; tercera escena y corolario: el Presidente, pidiendo perdón a los mexicanos”. Ríos Piter, compara esta “escena” con un “meme”:
-“Bueno, ¿cómo se llama esa obra? No se si ustedes ya vieron un meme muy interesante de unos pingüinos, en el cual, lo que está diciendo el pingüino, es: ¿oye, pero vas a regresar la plata? ¡No!, lo que quiero es convencerlos para volverles a robar”.
Puyante, el perredista, advierte “no caer en esta obra teatral” y sí hay que señalar con mucha claridad, “que el Presidente, se presta a un juego perverso”. Resalta que el Presidente, pidió perdón, “pero no hay arrepentimiento” y lo que hace “es simple y sencillamente un juego electorero”. Emplaza al mandatario a demostrar con hechos su arrepentimiento y el PRI, vote a favor, la iniciativa ciudadana, “Ley 3 de 3”. ¡Zas!
EN EL CHACALEO.
Ayer, comentamos ajustes que haría en su gabinete legal o ampliado, el Presidente, antes o después del IV Informe de Gobierno, para el tramo final del sexenio; señalamos vacante que hay en la dirección general de la Comisión Federal de Electricidad, luego que su ex director, Enrique Ochoa Reza, sucedió a Manlio Fabio Beltrones, en la presidencia del CEN del PRI. El lunes, ambos, convivieron, e ignoramos si las formas ocultas de la foto que se difundió del encuentro que sostuvieron, presagie enroque entre el político de Sonora y su sucesor en la dirigencia partidista. ¿Sí? ¿Cuándo?… (www.los3poderes.com)… (juanlopez23@hotmail.com)… Twitter: @JuanLopezMiguel…