Nunca imaginaron en el PRD, que dirigencia nacional y candidatos que postularon para un cargo de elección popular, pondrían en riesgo electoral al partido, por el modo con el que ejercieron el poder en el Comité Ejecutivo Nacional y en una alcaldía, como fueron los casos de Jesús Zambrano y José Luis Abarca, en Iguala, Guerrero. O el de Marcelo Ebrard, ex jefe de gobierno en la ciudad de México, con el desastre que fue su obra cumbre: la línea 12 del Metro.
Luego de los trágicos hechos del 26 de septiembre pasado, con la desaparición de 43 estudiantes de la escuela normal “Raúl Isidro Burgos”, el episodio, fue a partir de esa fecha, un capítulo de penosa exhibición para el perredista sonorense y para el guerrerense, quienes fueron principales actores de uno de los casos que avergüenzan al país, luego de la matanza de Tlatelolco, en 1968.
Zambrano, que en esos días estaba por entregar el mando partidista a Carlos Navarrete, se reunión con el hoy autor intelectual de la desaparición de los estudiantes, y no se sabe nada; acaso, que Abarca, repartió a la dirigencia, 20 mdp para obtener la postulación en el 2012, cantidad que luego se redujo a menos de 5 mdp, como si una municipalidad, se subastara al mejor postor.
Hasta la fecha, la cúpula de “Los Chuchos”, es decir, la dirigencia del partido del sol azteca, cobija, arropa y otorga manto de impunidad, al antecesor de Carlos Navarrete, con riesgos electorales para el partido, en las elecciones del próximo 7 de junio.
Por el caso Ayotzinapa, la clase política del partido que fundó el ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas, se desgarra las vestiduras en la tribuna del Congreso, pero ¡nunca!, ni los más férreos adversarios de aquella tribu, tienen el valor de exigir en San Lázaro o en la sede del Paseo de la Reforma número 135; o en la del partido, que un órgano del PRD, determine la responsabilidad del ex dirigente, por el caso de los normalistas.
Para la LXII Legislatura, “Los Chuchos” declinaron ir por una curul o un escaño; antes de Ayotzinapa, se esperaba que Zambrano fuera por una curul de representación proporcional en la LXIII Legislatura, aspiración que se duda obtenga, porque sería como un agravio para los familiares de los normalistas. En el mismo caso, está el ex jefe de gobierno de la ciudad de México, Marcelo Ebrard, quien nunca imaginó que la obra cumbre de su sexenio en la capital del país, la construcción de línea 12 del Metro, paradójicamente, fuera su tumba política y acabar con sus aspiraciones legislativas.
Como tampoco imaginó que su sucesor, Miguel Mancera, fuera su verdugo en la construcción de una obra que superó su presupuesto original -de 24 mil mdp-, como se los recordó el diputado panista, Jorge Sotomayor, a los perredistas que “custodiaron” al ex jefe de gobierno, cuando éste se retiró de la sesión dominical de la comisión especial del caso, en el que se aprobó informe, donde se cuestiona su responsabilidad.
Si Marcelo Ebrard es presunto culpable o claro responsable de la mala calidad del tren-riel que se utilizó para la operación de línea 12 del Metro, las autoridades capitalinas y federales, lo deslindarán, no una comisión legislativa, que sólo emitió su informe.
Una cosa está clara, el delfín del senador Manuel Camacho Solís, está solo en su entorno político, por la enfermedad que aqueja a su protector y porque debe saber que la gratitud y lealtad es una características de pocos hombres públicos en este país; a quienes encumbró en un cargo pública o en uno de elección popular, hoy le dan la espalda y saben que muerto el rey ¡Viva el Rey! y poco podrá hacer Ebrard, para evitar que el caso de línea 12, no lo sepulte políticamente, junto con su mala reputación.
De esa manera, en el PRD, hay dos grandes damnificados por casos que hoy sólo percibe la sociedad como actos de impunidad, porque no creemos que la PGR ejerza orden de aprehensión contra ambos, por lo que saben del caso Ayotzinapa y por lo que conocen de línea 12 del Metro; una cosa es cierta: Ebrard y Zambrano, están impedidos moralmente para aspirar a una curul, como pretendían; el partido, electoralmente, está en riesgo de obtener malos resultados en las próximas elecciones del 7 de junio.
PRD: INFORME DE COMISION ESPECIAL, ATROPELLA PROCEDIMIENTO LEGISLATIVO.
No es toda la bancada del PRD en la Cámara de Diputados, pero sí es la posición de su coordinador parlamentario, Miguel Alonso Raya, quien fustiga el informe que aprobó antier la comisión especial que preside el priísta mexiquense, Marco Antonio Calzada Arroyo. Lo menos que señala el perredista, es que su adversario del tricolor lo redactó unilateralmente, y su contenido, atropella procedimiento del proceso legislativo.
-“Es inaceptable avalar un documento que incumple con el mandato de esta comisión y muestra además, una clara intencionalidad política, que evidencia la pretensión de instrumentalizar la discusión sobre la línea 12”, expresa. Tiene razón el diputado opositor, cuando afirma que el objetivo que el pleno de la Cámara otorgó al órgano cameral, fue dar seguimiento a los recursos federales que se destinen o se hayan destinada a la construcción de la obra.
Y que no cuenta con atribuciones para procurar o administrar justicia, toda vez que la autoridad competente, local o federal, para la investigación de los delitos y el ejercicio de la acción penal ante los Tribunales, corresponde al Ministerio Público. Sin mencionar el nombre de Marcelo Ebrard, el coordinador parlamentario, acusa que la comisión especial, con sus “recomendaciones” o “pretensiones”, pretende erigirse en Sección Instructora, para sentenciar al ex jefe de gobierno.
-“A nuestro juicio, el informe de trabajo viola los artículos 14 y 16 de la Constitución, en virtud de que están prejuzgando conductas delictivas que sólo compete a los Tribunales en materia penal, para determinar la responsabilidad y las sanciones penales”, pondera Alonso Raya, para quien el informe dominical, no tiene evidencia que incida directamente en demostrar que los ex servidores públicos, cometieron delitos y que deban sancionarse penalmente y administrativamente, como tampoco se desprende de tal documento, ningún hecho que pueda constituir un delito.
El coordinador acusa que la comisión no permitió la comparecencia de Ebrard –a quien nunca menciona por su nombre-, y otros ex funcionarios, -a los que se pretende imputar delitos de carácter federal-, para que acudieran a presentar pruebas “y alegar lo que a su derecho conviniera, a fin de no violarse la garantía de audiencia”.
Tiene razón el legislador Alonso Raya, un órgano cameral, no tiene atribuciones de Ministerio Público y más, cuando a un ciudadano, no se le otorgó derecho de audiencia, como fue el caso del ex jefe de gobierno, quien perdió la paciencia y en aras de proteger su “honorabilidad”, por su cuenta y riesgo, acudió a la sesión dominical de la comisión y violar con su asistencia, un espacio que sólo se reserva para legisladores.
Fue lo que molestó a PRI-PAN, cuyos diputados hicieron lo correcto: no dar voz a quien no es diputado federal y quien ya no es jefe de gobierno de la ciudad de México. ¡Ah!, la política, donde pocos son agradecidos, no hay lealtad y sí, mucha perversidad. ¿Verdad?
EN EL CHACALEO.
Es verdad: una sesión donde el Congreso se instala para la apertura de un segundo periodo ordinario de sesiones -en cualquier Legislatura-, dura unos cuantos minutos; la que se realizó el domingo, en San Lázaro, no fue la excepción; en sólo 6 minutos, se instaló el Poder Legislativo, con un quórum de 295 diputados –de 500- y 82 senadores –de 128-. Que al senador Ernesto Cordero ahora lo quieran linchar por ausentarse esos minutos del salón de sesiones de San Lázaro, sólo se entiende por el continuo “fuego amigo” que dentro y fuera del PAN, le lanzan y porque en época electoral, hay que ir con todo contra el adversario, para minar su potencial de simpatizantes y militantes… ¿O no?… (www.los3poderes.com)… (juanlopez23@hotmail.com)…