Infructuosos, intentos del jefe máximo del partido que, su visión política, creó, por desviar señalamientos opositores.
Como sus antecesores del PRI o del PAN, en vano, el político de Tabasco, intentó justificar “sana distancia” con el proceso electoral que, antier, hubo en seis estados de la República, los primeros comicios que enfrenta, como titular del Ejecutivo, once meses después de ganar por amplio margen, elección presidencial.
Aquí y en China; en cualquier sistema político, el partido que ocupa el poder, como su génesis, entra a la contienda para cargos de elección popular, por un solo motivo: ganar y conservar los espacios políticos que detenta.
A 27 días de cumplirse un año de su victoria electoral, inédita en este país, para un partido recién creado, como el de Morena, su principal fundador, desdeña y despeja cualquier señalamiento que lo ubiquen o acusen de alguna manera, que desde la Presidencia de la República, en este país, su titular, “tire línea” o marque directriz partidista, para entrar a la contienda o para elegir candidatos.
Tiempo que pierde el mandatario de nuestro país, porque los mexicanos que, insistimos, sí tienen sentido común, saben que él, de manera personal, no tuvo injerencia, en el proceso que tuvieron antier seis entidades.
¡No!, él, el Presidente, nada tuvo que ver con esas victorias y mucho menos, intervenir de modo directo. Fue el aparato electoral de su partido, el que funcionó cual máquina aspiradora de votos, para captar amplio porcentaje de ellos, el día de la elección y así, ganar la gubernatura, alcaldía o la curul en el Congreso local.
Ahí están las denuncias de panistas, quien a través de su dirigente nacional, Marko Antonio Cortés Mendoza, insistió y persistió en acusar la víspera de la elección local en Aguascalientes, Baja California, Durango, Puebla, Quintana Roo y Tamaulipas, la compra del voto de parte de funcionarios estatales, a favor de Morena, como el reparto de tarjetas de plástico.
O el ofrecimiento de apoyos sociales para ciudadanos que comprometieran su voto para los candidatos de Morena, además de acusaciones y señalamientos de que el partido del Presidente, actuó el día de la elección, como lo hacía en la vieja época, el PRI: acarreo de ciudadanos a las urnas, compra del voto, y otras viejas mañas, similares.
¡Faltaba más!, que Morena y sus candidatos, no hicieran uso del poder que tienen en el gobierno federal, para cooptar el voto a su favor o para organizar el proceso electoral “a modo”, como en Puebla, como señalamos el martes pasado en este espacio, con un “camarada” que tienen en el gobierno del estado, quien para eso lo pusieron: operar la elección, a favor de Morena y garantizar el triunfo, al costo que fuera, de Luis Miguel Gerónimo Barbosa Huerta.
Guillermo Pacheco Pulido, el gobernador “carnal” que impusieron desde el centro del poder en este país, puede reportar a su tutor político, que se cumplió la misión: ¡ganó Barbosa!
Entonces, tiene razón el Presidente, no hubo injerencia de su gobierno para los resultados que obtuvo su partido, en los comicios de antier. Morena, su partido, sólo procedió como en la vieja época -en la alternancia panista y en el pasado reciente-, acostumbró el PRI-PAN, cuando tuvieron el poder: usar la maquinaria del gobierno federal o estatal, para conservarlo.
El presidente López obrador, ofende el sentido común de los mexicanos, cuando marca “sana distancia” de Morena, al afirmar que “ninguna dependencia del gobierno federal, participó antes o durante el proceso electoral en los estados”, porque al menos, en Tamaulipas, el PAN, y uno de sus representantes, el diputado Jorge Luis Preciado Rodríguez, acusaron en tiempo y forma, como personas que se identificaron con Morena, repartían plástico, cual tarjetas de crédito, para cooptar el voto a favor de los candidatos del partido presidencial.
De igual manera, en Puebla, el candidato del PAN-PRD-MC, a la gubernatura, Enrique Cárdenas Sánchez, acusó mismas irregularidades, aún el día previo a la elección.
O sea, lo que antes denunciaban en tribunas legislativas, plazas públicas, ”plantones”, marchas de protestas o actos de resistencia civil, los perredistas, petistas, y “la izquierda radical”, hoy, así actúan panistas y priistas, contra los acusadores de antes.
Tiene razón el Presidente, no hubo injerencia de su gobierno en las elecciones. Para eso está su partido, el cual, hay que reconocer, supo utilizar en los primeros 6 meses que lo detentan, las redes del poder, para conservar espacios de representación popular.
Lo que ofende a más de un mexicano con sentido común, es que el Presidente, afirme que no hubo injerencia de su gobierno, en un proceso electoral, cuando panistas y priistas, dicen lo contrario.
Tan fácil es que el mandatario, califique una elección, como un ejercicio cívico, el cual, se llevó a cabo en paz y con alto índice de abstención.
Brutal abstencionismo que, poco interesó, a Morena y su jefe máximo, porque la apuesta fue arrebatar al PAN, los gobiernos de BC y Puebla.
¿O no?
AMLO, ACABA CON LA COSTUMBRE: NO FELICITAR AL GANADOR.
En la vieja época, alternancia panista y pasado reciente, ese estilo presidencial de ponderar su gracia sobre el candidato que ganaba una elección para gobernar un estado, se dejaba sentir y con ello, marcar, dejar en claro, señal de que esa deferencia, de facto, suple cualquier calificación de órganos electorales, local o federal.
Fue el caso de Colima, cuando la elección para el gobierno del estado, entre el priista, José Ignacio Peralta Sánchez y el panista, entonces senador con licencia, Jorge Luis Preciado Rodríguez.
El primero, ganó en la segunda vuelta electoral, pero al Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación y al Instituto Electoral del estado, se les adelantó el entonces primer priista del país, cuando recibió en “Los Pinos”, al que contendió por su partido, como aquí, señalamos.
Acción política peñista que, dejó mal sabor de boca entre los panistas.
Entonces, no es casual ni coincidencia que, ayer, en su primera conferencia de prensa habitual que ofrece desde el “Salón Tesorería” de Palacio Nacional, luego de las elecciones en seis estados de la República, el jefe máximo de Morena, sorprenda a la clase política del país, con su peculiar estilo personal de gobernar.
-“¡No!, no he podido hablar con los candidatos, porque quiero que pase el tiempo, que sean las autoridades electorales las que resuelvan con absoluta, con plena independencia; que no se meta el Ejecutivo. Esto es parte de los nuevos tiempos”.
Con esas palabras, respondió el presidente López Obrador, cuando lo cuestionaron si felicitó a sus correligionarios de Puebla, Luis Miguel Gerónimo Barbosa Huerta y al de Baja California, el senador con licencia, Jaime Bonilla Valdez, por ganar la elección para gobernador.
O sea, cabe posibilidad que los reciba en Palacio Nacional, pero hasta que el Instituto Nacional Electoral o el TEPJF -si hay impugnación a la elección de gobernador-, resuelvan quién ganó, lo cual, se descarta.
También falta que el titular del Ejecutivo Federal, confirme si acude a la toma de posesión de ellos, o mantiene vieja costumbre de enviar un representante personal cuando rinden protesta en el Congreso del estado.
Ayer por la mañana, desde el corazón del poder político del país, el ex jefe del gobierno capitalino, aseguró que él, nada tuvo que ver en la victoria de su partido, y no quiso ahondar más en ese proceso electoral.
-“No quiero opinar sobre eso porque no me metí a opinar en nada y dimos la instrucción, y estamos muy conscientes de que el gobierno, no debe de intervenir en las elecciones”, declaró al respecto.
Empero, hizo énfasis en su papel de Presidente, de su gobierno, frente a una elección, local o federal:
-“La cuarta transformación, significa establecer una auténtica, una verdadera democracia; que no haya compra de votos, que no haya acarreos, que no se repartan despensas, frijol con gorgojo; que no se utilice el Presupuesto para favorecer a candidatos, a partidos; que no se rellenen urnas, que no se falsifiquen actas, todo eso que pasaba antes que, no creo yo que se haya olvidado, porque ahora estamos en periodo como de amnesia colectiva, quisieran algunos, que se olvidara el pasado”.
El jefe máximo de Morena, aseguró:
-“Todo eso que sucedía, ya pasó a la historia; se acabó la antidemocracia, se acabó el fraude electoral, así como también, de manera categórica puedo decir que se acabó la corrupción tolerada desde el gobierno y se acabó la impunidad”.
Tesis lopezobradorista que, desgraciadamente, se pierde en el sistema político mexicano, cuando Morena, al viejo estilo -como acusaron panistas y priistas en el proceso electoral que hubo en seis estados-, la convierte en antítesis, para hacer ganar al costo que sea -como imponer desde el centro a un gobernador “carnal”, interino, en Puebla, en periodo electoral, para operar a favor de Morena- a sus candidatos a un cargo de elección popular.
El mensaje, la señal, es para el PAN-PRI: va en serio la cuarta transformación del país, y tal parece, Morena -con uso y abuso del poder-, pretende borrar del mapa político electoral del país, el bipartidismo que, por décadas, integraron en el sistema mexicano, esas siglas.
Empero, la pregunta es: ¿cuál fuerza política es la que sustituiría al blanquiazul o al Revolucionario Institucional, para hacer contrapeso a Morena, en los próximos años?, porque, está visto desde el pasado reciente, a partir de elecciones locales del 5 de junio en el 2016, la “línea” es querer borrar del mapa electoral, a toda costa y costo, al PAN.
El riesgo es que Morena, asuma el papel del PRI, en la vieja época: convertirse en partido único, predominante.
¡Cuidado!
EN EL CHACALEO.
Tiene razón el presidente del CEN del PAN, Marko Antonio Cortés Mendoza, cuando expone que, cifras de resultados preliminares de elecciones en seis estados, ofrecen ventaja numérica para el partido… Hasta el momento, posiciona, suma de votos que emitieron ciudadanos de esas entidades, Acción Nacional obtuvo un millón 361 mil 639 sufragios, frente al millón 186 mil 364, de Morena… Pero el efecto político que favorece a Morena y, a su jefe máximo, es que ganaron los gobiernos de Baja California y Puebla, al PAN… Por lo pronto, cómputos definitivos, se conocen mañana, sobre todo, porque en Baja California y Puebla, los candidatos del PAN, Oscar Vega Marín y Enrique Cárdenas Sánchez, reconocen humillante derrota electoral ante Morena… La senadora panista, Kenia López Rabadán, lamenta que el Presidente, rompe con tradición de 26 años, al negarse a recibir, de manera personal, informe anual de la CNDH. El encuentro entre el Ejecutivo y el ombudsman, Luis Raúl González Pérez, no se llevó a cabo y, el defensor de los derechos humanos en el país, entregó el documento, a la titular de Segob… Van dos “ceses”, en los cuales, se notó la mano de “ya saben quién”: la magistrada, Janine Madeline Otálora Malassis y Guillermo García Alcocer, presidente de la CRE. ¿Quién sigue?… www.los3poderes.com… juanlopez23@hotmail.com… Twitter: @JuanLopezMiguel…