Surgen, aparecen, los inventan, en situaciones críticas para el partido en el poder, cuando hacen falta para “cachar votos” que se irían al adversario de la fuerza política en turno en el mando federal, estatal o municipal; para satisfacer ambiciones de poderes fácticos, como utilizaron al Verde; para “ayudar” al que emergió en el salinismo, el PT, cuando se decía, dice, que lo apadrina Raúl Salinas de Gortari.
Son fuerzas políticas “emergentes” quienes algunos -entre otros, José Woldenberg, Rolando Cordera, que hacen adoración al “pluralismo”- los consideran, para incorporarse con ese objetivo, al sistema electoral nacional. En la época de predominancia priísta, patrocinaron al Partido Auténtico de la Revolución Mexicana –PARM-, en cuyos inicios, sirvió para dar participación política, a los miembros en retiro, del Ejército Mexicano.
Hoy, los que se conocen como partidos satélites, “cacha votos”, del partido que tiene el poder en turno, son el Partido del Trabajo, el Verde Ecologista de México, Movimiento Ciudadano y el que se hace llamar Encuentro Social, además del Partido Nueva Alianza.
Fuerzas artificiales que, se venden al mejor postor en el gobierno federal, estado o municipio; lo mismo se dejan utilizar, para servir como “fieles de la balanza” a favor del poder con el que acuerdan, en sufragios o recintos legislativos. ¡Ah!, pero bien que ejercen el inmoral papel de huachicoleros de la política electoral; los mismos que, cada 3 ó 6 años, chupan, absorben y maman cuantiosos recursos económicos, de los que, la mayor parte, ciudadanos y electores, ignoran destino de financiamiento público, con excepción de los propietarios de esas “franquicias” partidistas.
Sólo Dante Delgado Rannauro, del MC; Alberto Anaya Gutiérrez, PT; Jorge Emilio González Martínez, Verde; Hugo Eric Flores Cervantes, Encuentro Social y de Nueva Alianza, Luis Castro Obregón, saben y conocen qué hacen con recursos que el pueblo, a través del tributo, otorga a “dueños” de esos partidos.
Hoy, luego que los principales partidos políticos de la República (PRI-PAN-PRD-Morena), con objetivos nobles –hay que decirlo-, plantean renunciar a ministraciones anuales o mensuales, para destinarlos a la reconstrucción, apoyo a damnificados, salen a cuentas, virtuales “subastas” de prerrogativas, para ajustar cifras que irían a esos propósitos.
En ese contexto, presentan iniciativas en Cámaras del Poder Legislativo, para eliminar, reducir o quitar financiamiento a los partidos políticos y retirar cargos plurinominales.
Empero, no sabemos si con toda premeditación, omiten lo principal: ¿por qué no proponer eliminar también a los partidos satélites que tanto sangran al erario público, con millonarios depósitos que mensual o anualmente, les entrega el Instituto Nacional Electoral para sus actividades que, hay que decir, no son para defender intereses populares, sino para hacer ganar con sus votos, a la bancada que los cooptó, al poder fáctico que los hizo partidos políticos?
Si en verdad en el grupo Atlacomulco quieren eliminar financiamiento público y virtual privatización de la actividad partidista; si en el Frente Ciudadano por México, van por el mismo sentido, por qué no proponen desaparecer a sus partidos satélites. Esos que, en recintos camerales, les permiten hacer mayoría para derrotar al adversario.
Si quieren que México, antes de terminar el sexenio, copie el modelo partidista de Estados Unidos o de Bolivia, por citar ejemplos que, antier, mencionamos aquí, con la opinión del ex diputado Jaime Cárdenas Gracia; si en el gobierno del presidente Enrique Peña Nieto quieren agradar a Donald Trump, con un sistema bipartidista o tripartidista, como lo tienen estadounidenses con el Partido Republicano -en el poder- y el Demócrata, ¿por qué no?, en el vecino del sur, tener sólo al PRI-PAN-Morena.
Porque el PRD, como presagió uno de sus ex militantes, el senador Luis Miguel Gerónimo Barbosa Huerta -luego de resultados negativos que obtuvo en las elecciones intermedias en la ciudad de México, su principal bastión electoral-, inicio ruta de partido en extinción.
El país, los ciudadanos, se ahorrarían millones de pesos y se destinarían para reconstrucción tras los sismos de este mes en varios estados de la República; para combate a pobreza, para generar empleos a los que hoy no lo tienen; para construir hospitales donde no hay, escuelas, estancias infantiles, hospicios…
¿O no lo consideran así, en el PRI-PAN-Morena? ¿Por qué evaden esa realidad?
¿O de plano, sin esos partidos satélites, no ganan una elección federal o local? ¿Sí?
2017: MC, 322 MDP; VERDE, 348; PT, 223; PES, 237; PARTIDO NUEVA ALIANZA, 249.
Para este año, de financiamiento público, el Instituto Nacional Electoral, entregará a esos cinco partidos satélites, más de ¡mil 379! millones de pesos, recursos que, bien podrían destinarse a lo que señalamos líneas arriba, no para solventar a vividores de la política en nuestra nación, a los huachicoleros de la actividad electoral, como fue en lo que incurrieron sus actuales dirigentes que, de manera práctica, son dueños y propietarios de la franquicia, de siglas partidistas que sostiene la ciudadanía, no ellos.
Menos de esa cifra, es lo que hoy, confronta al PRI y los del Frente Ciudadano por México, para destinarlos a ayuda de reconstrucción y damnificados por trágica e intensa actividad sísmica que registró la nación. O sea, una cuarta parte del financiamiento que recibirán por los últimos 4 meses de este año, el PRI-PAN-PRD-Morena.
¡Ah!, y por si usted no lo sabe, en los estados donde esos partidos políticos, satélites -de priístas, panistas, perredistas y morenistas-, tienen actividad, ¡también!, reciben financiamiento público para actividades de proselitismo y de apoyo administrativo.
Cifras que, en las entidades federativas, las guardan con recelo, precisamente, para no conocerse y que no levanten polémicas por el cuantioso derroche de recursos públicos para esos partidos que, sólo benefician a sus dueños y patrocinadores. ¡Desde luego!, en los estados, están sujetos a menos vigilancia y transparencia en el uso de los billetes.
Pero como señalamos en este espacio que para el 2018, recibirán el doble, anotamos proyecto de financiamiento público para esos partidos satélites que, presentó la secretaría de Hacienda y Crédito Público para el Presupuesto de Egresos de ese año.
Sujeto a revisión de la Comisión de Presupuesto y Cuenta Pública de la Cámara de Diputados -a cargo del PRI-, por lo que creemos, no lo reducirán, ¡al contrario!, con el pretexto de campaña electoral federal y locales, ¡hasta les autorizarían más recursos!
Esos partidos que no representan a la ciudadanía, y sólo a poderes fácticos, tribus políticas, estarían por recibir para ejercer en el próximo año, las siguientes cantidades:
El Verde, sí, el que era un partido, presuntamente ecológico, recibiría en el 2018: 578 millones de pesos; Nueva Alianza, 419 mdp; Encuentro Social, 398; PT, 376 y el MC, 537.
Son ¡2 mil! 308 millones de pesos que en el próximo año, partidos satélites, chupan de la ubre financiera del país, sin que -admite el actual presidente de la Cámara de Diputados, Jorge Carlos Ramírez Marín-, se sepa dónde los destinan, en la mayoría de los casos.
En total, en este año, y el otro, los partidos satélites, esos que impulsaron los hombres pseudo izquierdistas, como Woldenberg, Cordera, se llevarán una cantidad aproximada a los ¡3 mil! 687 millones de pesos, de prerrogativas federales, más las que “generosamente”, les reparten en estados de la República, algunos con altos índices de pobreza y corrupción, como Oaxaca, Chiapas, Tabasco, Quintana Roo, Guerrero.
Son los partidos que, como el PT, crearon en el salinismo, cuando se conocía o murmuraba en pasillos del poder que, Raúl Salinas de Gortari, influenció en su hermano, para conceder el registro; desde entonces, el encargado o prestanombres de ser “dueño” de la sigla rojo-amarillo, es Alberto Anaya Gutiérrez, de Nuevo León.
El Movimiento Ciudadano, que creó Dante Delgado –inició con un partido “nacional”, con presencia en Veracruz-, cuando lo corrieron del PRI, tras cometer ilícitos en el estado, como gobernador sustituto de don Fernando Gutiérrez Barrios -qepd-; cobertura que amplio en Oaxaca, con apoyo de Gabino Cué y Diódoro Carrasco Altamirano.
El Partido Nueva Alianza -la visión política de la maestra Elba Esther Gordillo-, lo impulsó el sexenio de Vicente Fox y el Partido Encuentro Social, en el actual. El Verde, en la transición del salinismo al zedillismo, cobro forma como fuerza política nacional.
Su principal promotor, Jorge González Torres, hoy, en retiro –por salud cardiaca, se volvió vegetariano y radica en Los Cabos, Baja California Sur-, dejó al mando del Verde, a su vástago, quien a su vez, prácticamente puso al mejor postor fáctico, el propósito ecologista que se propuso en su creación este partido.
¡Qué bueno!, que perdieron su registro el Partido Humanista, cuyo antecedentes es el Partido Social Demócrata –PSD- y el Partido del Centro Democrático –PCD-, que si no, recursos que tendrían que dar los ciudadanos para su manutención, fueran mayores.
Lo peor, que la reforma político-electoral del 2014, ¡la del sexenio, pues!, asegura a esos partidos satélites, y dirigentes, cuantiosos recursos económicos para financiamiento estatal, para una sólo objetivo: que ellos, vivan como virreyes, en estados del sureste.
Como se ve, los Dante Delgado, Jorge Emilios, Albertos Anayas, Hugo Eric Flores, Castros Obregón, son los huachicoleros de la política del país, y se pegan a la ubre de billetes que, solventan los ciudadanos del país; hoy, miles de éstos, damnificados por los sismos, son quienes deben recibir esos 3 mil 687 mdp para su apoyo y reconstrucción de hogar.
A estas siglas y dirigentes, no los incluyen en las iniciativas para eliminar financiamiento a partidos políticos; dirigentes que, como Dante Delgado, se rasgan la vestidura en el Frente Ciudadano por México, como si fueran auténticos demócratas. ¡Cuánta falsedad!
O sea, son los que extienden la mano izquierda y cobran con la derecha. ¡Uf!
¿Por qué el PRI-PAN-PRD-Morena, no prescinden de ellos? ¿Eh?
juanlopez23@hotmail.com… www.los3poderes.com… twitter: @JuanLopezMiguel…