O cómo entender esa “carta abierta”, que envió la pandilla que secuestró Veracruz por 12 años, al dirigente nacional del PRI, Enrique Ochoa Reza, en la cual, de manera virtual, se rebelan contra la sesión que, hoy, por la tarde, realiza la Comisión Nacional de Justicia Partidaria del partido, en la que se debería esperar, no la suspensión de los derechos partidarios del gobernado Javier Duarte de Ochoa, sino expulsión definitiva del instituto político que, a su jefe y tutor político, Fidel Herrera Beltrán y el resto del grupúsculo, les dio fama, poder y fortuna.
La misiva, que firman las cabezas notables de los beneficiarios -16 diputados del tricolor y 4 del Verde- del poder económico y político que obtuvieron de Herrera Beltrán, desde que éste llegó al poder en el estado, de manera “valiente”, retan al primer priísta del país y al dirigente nacional del partido que los encumbró, cuando en la redacción de la carta, insertan tres palabras, en las que aseguran y dejan en claro que, el gobernador veracruzano, “no está solo”.
Términos equivalentes a las 6 palabras que hizo famosas Duarte de Ochoa, cuando en entrevista con un poder fáctico, vislumbró: después de que entregue el poder -el 30 de noviembre próximo-, “no me veo en la cárcel”. Con ese tono, los legisladores federales, enviaron la carta al presidente del Comité Ejecutivo Nacional del partido, al que hoy, cuestionan por resolutivos que alista un órgano partidista; partido y dirigencia que, ignoraron e hicieron a un lado, por 12 años, cuando a su gusto y complacencia, repartieron y dispusieron de candidaturas en la administración y sucesión de Fidel Herrera, para aspirantes a alcaldes, diputados federales y senadores.
Uno de ellos, Jorge Alejandro Carvallo Delfín, sin ser de la entidad, se enquistó en el aparato de poder que le otorgó el todavía cónsul de México en Barcelona; desde la entidad, maniobró con la clase política del PRI en el del Estado de México, para colocar a su hermano, ¡como alcalde de Cuautitlán Izcalli! Así, tuvieron de poder en Veracruz.
Otro, el actual vocero de Javier Duarte, -que no del gobierno de Veracruz-, con el apoyo “del jefe Fidel”, obtuvo, que lo impusieran como alcalde en la tierra del ideólogo del PRI, Jesús Reyes Heroles, sin que ningún priísta se atreviera a cuestionar por qué mandaban al señor Alberto Silva Ramos, cuando en el emblemático municipio reyesherolista, se requería de un alcalde con más trayectoria, sobre todo, partidista, ideológica y política; Silva, es diputado con licencia. Y su retorno a la curul, está en veremos.
El resto de la pandilla que obtuvo lo que quiso y deseó del aparato público estatal, lo conforman, Erick Lagos Hernández, Adolfo Mota Hernández, Noemí Guzmán Lagunes, entre otros. Además, en la dirigencia nacional del PRI, ¡para nada! cayó bien, que en misiva que recibieron, esté la firma de Javier -hijo del Fidel Herrera-; indisciplina por la cual, se espera que a su papá, lo releven del consulado mexicano en Barcelona, España.
Una máxima en el sistema político, es no pegarle al pesebre y Fidel Herrera Beltrán y su gente, no solo pegaron al sistema que los cobijó, encumbró y solapó, sino que se atreven a medir fuerzas con el primer priísta del país, Enrique Peña Nieto, lo que ya es motivo de conversación obligada, entre la clase política del Revolucionario Institucional y entre la del PAN, cuyo dirigente, Ricardo Anaya Cortés, ironiza, cuando señala que el retiro de los derechos partidarios a Javier Duarte, es mera simulación.
Tiene razón el panista de Querétaro; observación que debe entenderse bien a bien entre el primer priísta de la nación, el presidente del Revolucionario Institucional y entre los integrantes de la Comisión Nacional de Justicia Partidaria, para que el precedente con su resolución que aprueben hoy, por la tarde, vaya más lejos y la expulsión definitiva de los miembros de esa pandilla, se decrete por este órgano partidista. ¿O no?
Por lo pronto, el PVEM, desconoció la firma de 4 de sus diputados, en la misiva. ¡Vaya!
SI UN LEAL AL PRESIDENTE, RENUNCIÓ, ¿POR QUÉ NO EXPULSAR DEL PRI A TRAIDORES?
¡Ojalá! que los asesores políticos del presidente Enrique Peña Nieto, informen y señalen al primer priísta del país los antecedentes del caso de la pandilla que secuestró Veracruz por 12 años y aconsejen lo que mejor proceda para ellos, en el órgano partidista.
Una suspensión de derechos, daría razón a la opinión pública y adversarios del PRI, de que es una mera simulación el poner a Javier Duarte de Ochoa, en el paredón de Insurgentes Norte número 59. Y no vivir el momento, porque entonces, en el 2018, los que contiendan contra el abanderado priísta a la Presidencia, lo primero que harán, es enviar en spots a los electores, que Peña, no quiso castigar corrupción de militantes, sinvergüenzas, como el grupúsculo que formó en su entorno, Fidel Herrera Beltrán,
Esa es la importancia del caso, una resolución de suspensión de de derechos, sería una tibieza contra la pandilla, si se toma en cuenta el agravio que hicieron al partido, a la clase política del mismo y al sistema que los creó, encumbró y solapó. ¿A poco es poca cosa perder la reserva electoral del PRI, en una elección federal o estatal? ¿Verdad que no? Entonces, la decisión vespertina que hoy determine el órgano partidista, tendría que ser proporcional a lo que por 12 años, hizo la pandilla que organizó Fidel Herrera.
Si en ocho días, un amigo leal en la trayectoria de Enrique Peña Nieto, como es el señor Luis Videgaray Caso, renunció a la secretaría de Hacienda y Crédito Público, por la visita de Donald Trump, lo menos que se merecen el grupúsculo fidelista es que los expulsen del PRI, los indaguen las autoridades locales o federales y paguen los ilícitos que cometieron; que no regresen a la curul y que los que aún la tienen, pidan licencia.
No se vale que en revancha, filtren o indaguen liquidación económica de Enrique Ochoa Reza, cuando deja la Comisión Federal de Electricidad para irse a presidente del Comité Ejecutivo Nacional del PRI. Ellos, se hartaron por 12 años, en ganar sueldazos que se ponían en cargos del gobierno de Veracruz, en el Comité Directivo Estatal del PRI o en las jugosas prebendas que obtienen como diputados federales o locales.
Lo más saludable, por el precedente del caso, es que desde este fin de semana, antes de viajar a Cartagena -como invitado especial a la ceremonia del acuerdo de paz entre el gobierno de Colombia y la guerrilla de este país-, el primer priísta del país, y el presidente del CEN del partido, acordaran no suspender derechos a parte del clan de Fidel Herrera. ¡No!, sino la expulsión definitiva del partido.
Si de tratar de medir fuerzas con una misiva se trata, que entonces, midan fuerzas, los miembros de la pandilla de Fidel Herrera Beltrán, con el primer priísta del país y Enrique Ochoa Reza, ¿verdad? De esa manera, el menaje a la militancia, a la opinión pública, al adversario, a los empresarios, a la clase política del tricolor es uno: combate y castigo a la corrupción, impunidad, al desleal, al traidor. La decisión, del primer priísta del país.
EN EL CHACALEO.
Hoy, segundo aniversario del caso Ayotzinapa, caso que propició la renuncia de un gobernador en Guerrero, Ángel Heladio Aguirre Rivero; la aprehensión del alcalde de Iguala, José Luis Abarca Velázquez y su esposa, María de los Ángeles Pineda Villa; la reunión después de los hechos, del entonces dirigente del PRD y actual diputado federal y firmante del “Pacto por México”, Jesús Zambrano Grijalva, plática de la que el país está pendiente de saber, porque hasta el momento, se ignora que se dijeron ambos aquel 27 de septiembre del 2014. ¡Ah! y la frase para el anecdotario que hizo el ex titular de la PGR, Jesús Murillo Karam: “la verdad histórica! ¡Ajá!… Hoy, a las 20:00 horas –tiempo de la ciudad de México-, el debate que el mundo espera: el de los candidatos a la Presidencia de Estados Unidos, la señora Hillary Clinton y el magnate, Donald Trump… Este lunes, de mucha información para el gobierno peñista, y para la militancia del PRI… (www.los3poderes.com)… (juanlopez23@hotmail.com)… Twitter: @JuanLopezMiguel…